Un mural efímero realizado con cintas adhesivas de colores pegadas en el suelo -representando la vista aérea de la silueta del Barranc del Carraixet y realizado por el colectivo Tape Art València- reflejaba ayer el proyecto que persigue el Plan de Dinamización y Gobernanza Turística del Barranc del Carraixet: construir un modelo turístico común que ponga en valor el patrimonio singular y la huerta.

Y así, los jardines municipales de Alfara del Patriarca fueron el lienzo donde plasmar cómo se fragua y toma forma un ambicioso plan que persigue demostrarle al imaginario colectivo la proximidad de l'Horta Nord y sus riquezas, con una infinidad de atractivos para el visitante.

Por qué el Barranc del Carraixet es el eterno olvidado no tiene explicación. Por qué la ciudad de València vive de espaldas a su huerta más próxima, tampoco.

Por ello, el proyecto pretende dar un giro de 180 grados e incluir l'Horta Nord entre las visitas turísticas «obligadas» de la capital.

La Mancomunitat del Carraixet y los pueblos adheridos al Plan de Dinamización y Gobernanza Turística (Alfara del Patriarca, Bonrepòs i Mirambell, Foios, Vinalesa, Albalat del Sorells, Almàssera, Godella, Meliana y Moncada) presentaron ayer los resultados de los últimos meses de trabajo en una jornada donde se celebró una mesa redonda para reflexionar sobre el futuro en la huerta y del turismo en la zona. Además, hubo una cata de productos de la zona y un concierto acústico.

El alcalde de Alfara del Patriarca y presidente de la Mancomunitat del Carraixet, Llorens Rodado, explicó ayer el proyecto con un ejemplo claro: «Imaginemos que se puede visitar, caminar y disfrutar del Barranc del Carraixet, con rutas, senderos y oferta turística. Eso significaría unir las montañas con el mar, eso implicaría conectar Olocau con la playa y mirar alrededor, y disfrutar de l'Horta Nord y de todo lo que puede ofrecernos, que es mucho». Esta idea sería materializar un proyecto que a día de hoy necesita «estructura y estructura» para conseguir «que València sea algo más que visitar la ciudad en dos horas y media. Hay que disfrutar de la València monumental pero también de la huerta que la rodea. La ciudad y l'Horta Nord precisan de una visita de varios días. Ese es el objetivo. Un turismo sostenible con la colaboración público-privada».