Después de que una vecina tuviera que ser desalojada de su propia vivienda hace un año al ceder la estructura y no tener la posibilidad de repararla con el propietario de abajo porque no existe, los residentes del barrio del Ave María, a la entrada de Alaquàs desde Xirivella, se han manifestado ante el ayuntamiento para denunciar lo que consideran que es una situación de abandono de esta zona y mostrar su temor por el estado de otras construcciones.

El barrio del Ave María data de 1949 y fue diseñado por el arquitecto Goerlich. Aunque el Plan General de 1990 lo dejaba fuera de ordenación porque las casas no seguían la alineación del resto de la avenida Blasco Ibáñez, en la década de los 2000, una modificación del planeamiento, no solo volvió a incluirlo sino que lo protegió. De hecho el consistorio desarrolló allí un plan de rehabilitación de cubiertas y pintura de fachada, paralelo a la macrorreforma de la propia avenida.

No obstante, no todos los residentes están de acuerdo con aquel plan, el destino de los fondos y la manera en que se gestionó. Y a raíz del problema en la vivienda del extremo, que tuvo que ser desalojada por la propietaria por riesgo de hundimiento, como informó Levante-EMV, ha crecido la sensación entre algunos vecinos de que puede haber otras casas en mal estado, ya que hay algunas cerradas y sin mantenimiento desde hace años.

Por ello, el sábado se citaron en el barrio y marcharon con pancartas hasta la puerta del ayuntamiento donde mostraron su malestar. "El mal estado de las viviendas entraña riesgos para la salud", decía la convocatoria de la protesta" además de exigir que "se aclaren las cuentas de la rehabilitación". Y es que algunos residentes defienden que cuando se ejecutó el plan, la mayor parte del gasto corrió a cargo de la Generalitat Valenciana a través de una ayuda al consistorio para desarrollar el plan, pero cada vivienda debía aportar una pequeña cantidad. No obstante, insisten en que solo "unos pocos propietarios lo pagamos y el resto no se cobró nunca por lo que pedimos que se aclara y nos devuelvan el dinero".

Cuando estalló el conflicto, el concejal de Urbanismo, Juan Antonio Oñate, indicó que no existían indicios de mal estado en otras casas y que en aquellas que se había realizado una inspección, por distintos motivos, no se localizaron problemas.

Búsqueda de herederos

De forma paralela, el proceso para tratar de buscar a los herederos del dueño de la casa que se está hundiendo sigue su curso sin que en un año se haya logrado una solución. Tras renunciar la única heredera encontrada, ya que tendría que afrontar una inversión elevada para reparar la casa junto con la dueña de la vivienda de arriba desalojada, el consistorio ha instado al Estado a que ponga en marcha el mecanismo para tratar de localizar a algún posible descendiente o proceda a subastar el inmueble.