Los cinco grupos animalistas que actúan como protectoras en la ciudad de Torrent organizaron ayer una concentración en las inmediaciones del ayuntamiento para protestar por la gestión de las políticas que afectan a los animales, después de una semana de cruce de acusaciones con el consistorio. Decenas de personas de la ciudad y de otros municipios acudieron a esta cita con sus perros, marchando por la avenida hasta el consistorio.

Los colectivos defienden que, a raíz de la denuncia a través de las redes sociales de un usuario que llevó a un can al retén de Policía y afirma allí le tiraron un petardo (el edil de Seguridad ha desmentido esta acusación y dice que solo se dio una palmada en la pared para hacer salir al animal de dependencias donde se había metido), ha cambiado el sistema de actuación de la Policía Local, que tiene una unidad específica de protección animal.

Así, las protectoras aseguran, y así lo han difundido, que ahora ya no es posible llevar los animales abandonados al retén o que cuando esto ocurre, el consistorio llama directamente a la empresa privada con la que tiene encargada la recogida y no las avisa a ellas para buscarle una acogida. En días anteriores también denunciaron el trato que se dio a una perra que había sido atropellada y que posiblemente tenía una lesión en la columna.

Aunque en el ayuntamiento, el portavoz municipal socialista Andrés Campos, salía públicamente el viernes a desmentir determinadas acusaciones (no lo hizo la concejala de Protección Animal, Nadia Marín), las protectoras siguieron adelante con su protesta ya que una semana antes habían presentado una instancia para conocer los detalles de los hechos (la tramitó la entidad Sos Peludetes en nombre de todas las demás) y no han recibido respuesta hasta la fecha.

La protesta se realizaba por lo que consideran pocos avances y algunos incumplimientos en materia de protección animal. Para empezar, desconfían que se esté aplicando el sacrificio cero en los perros y gatos que finalmente son recogidos por la empresa y llevados a sus instalaciones. Además, critican la tardanza en ejecutar el proyecto de un refugio compartido con el Ayuntamiento de València, cuyas gestiones consideran que van muy lentas.

Asimismo, denuncian que el propio Servicio de Protección Animal de la Policía Local con el que llevan dos años colaborando no tiene los medios que necesita para su trabajo (un asunto que denunciaron también los sindicatos en un detallado informe dirigido a la concejala de Protección Animal y a Personal). Los propios agentes de esta unidad policial mantuvieron un fuerte enfrentamiento con la concejala en una de las reuniones del consejo en octubre.

Finalmente, recuerdan que en el Consell de Benestar Animal (que han abandonado en diversas ocasiones por los enfrentamientos con Nadia Marín) se aprobó hace dos años aplicar el método CES (control, esterilización y suelta) a través de un plan municipal y no se ha ejecutado. Frente a lo que ocurre en los municipios del entorno, Torrent no tiene un plan municipal de control de colonias felinas, ni ha llegado a acuerdos con los centros veterinarios locales para establecer precios, por lo que las protectoras tienen que correr con todos los gastos y existen puntos de crecimiento incontrolado, ni tampoco las alimentadoras pueden actuar en condiciones de seguridad.