Una familia de Burjassot, conformada por una madre y dos hijos adultos -de 24 y 18 años- que además tienen a su cuidado tres perros y un gato, fue desahuciada este lunes, tal como estaba previsto, por no poder hacer frente al pago de 400 euros mensuales por el alquiler de la vivienda que habitaban. Tras tres aplazamientos dictaminados por el Juzgado, se produjo definitivamente el desahucio y la familia, después de entregar entregar las llaves del piso arrendado, se encuentra en la calle a la espera de una alternativa.

De hecho, según fuentes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que convocó una concentración a las puertas del ayuntamiento solicitando alternativas que no comporten la separación de los miembros de la familia, «la mujer está al día con todas las ayudas que la Generalitat ofrece para casos como el suyo, pero no llegan». La afectada, que ya fue desahuciada en otra ocasión, «solicitó en su día la renta de inclusión» y «lleva años esperando que la Entitat Valenciana d'Habitatge i Sòl (EVHA) le asigne una vivienda social», añadió el portavoz de la PAH, Vicente Ros.

Por su parte, el Ayuntamiento de Burjassot, a través de la Concejalía de Servicios Sociales, le ha ofrecido a la familia «la estancia durante dos meses en un hotel de la localidad» (el Trapemar) para que la madre y sus dos hijos vivan bajo un mismo techo mientras se resuelva el problema de la alternativa habitacional.

En cuanto a los perros y el gato que conviven con la familia, el consistorio ha propuesto su traslado al refugio de animales de Vilamarxant -municipio del Camp de Túria-, con el que trabaja la protectora de animales de Burjassot. El hotel y el refugio constituyen una solución temporal que, en estos momentos, la madre de la familia desahuciada se está planteando aceptar, ya que «es muy duro tener que desprenderse de los animales». Algunos vecinos ya se han ofrecido a cuidarlos, lo que, sin embargo, no resuelve el hecho de separarlos de sus dueños.

Por otro lado, la PAH de Burjassot ha manifestado que no quiere incidir en el posible enfrentamiento entre la propiedad del piso y los inquilinos sino tratar de ayudar a la familia a encontrar un sitio donde vivir.