En las últimas semanas de celebración del centenario de la protección del Castell de Alaquàs, el municipio ha recuperado un total de 38 azulejos que fueron expoliados en diferentes momentos del siglo XX y que se estaban comercializando por Internet, en anticuarios y ferias. La investigación de la Policía Autonómica ha llegado hasta Holanda, donde se han recuperado las piezas más valiosas. Esos azulejos, que se llevaron ayer al palacio, están protegidos ya que el Castell renacentista tiene el rango de monumento nacional desde 1918 y también de Bien de Interés Cultural.

El asunto lo destapó casi un año Levante-EMV gracias a la colaboración de un experto que ha querido permanecer en el anonimato y que alertó al diario sobre la posible venta irregular en el portal Todocoleccion de azulejos del Castell, similares a los que había visto en una charla días antes, organizada por la delegación de l'Horta. A partir de ahí, el Ayuntamiento de Alaquàs envió un escrito de denuncia a la dirección general de Patrimonio y se activó el protocolo policial.

Los primeros azulejos se localizaron a través del particular valenciano que los tenía y los vendía en Todocoleccion. Tal y como explicaron ayer tanto el arqueólogo Víctor Algarra como el investigador Adrià Hernández, estas losetas formaban parte de la azulejería que cubría el suelo del sobreclaustro del monumento, colocadas formando una composición y representan la transición del siglo XV al XVII. Este tipo de azulejos fue mayoritariamente arrancado en los años 90 del pasado siglo por la anterior propiedad privada del monumento y aquel ataque fue uno de los principales motivos por los que el Ayuntamiento de Alaquàs puso en marcha la expropiación, que culminaría en 2003. También en décadas anteriores se había expoliado la galería.

El segundo paquete de 12 azulejos localizados es fruto de la investigación de la Policía Autonómica que siguió el rastro a las piezas y detectó un grupo de losetas con las torres y las águilas de los Torres de Aguilar (linaje que construyó el Castell a principios del siglo XVI) en Holanda, en manos de particulares que los habían adquirido en el rastro en Montpellier, a donde a su vez habían llegado por un anticuario valenciano.

El jefe de grupo de Patrimonio de la Policía Autonómica, Antonio López, detalló que en los azulejos con los símbolos de las águilas y las torres se tuvo la certeza de que eran del Castell por su tamaño. Los Torres de Aguilar solo encargaron cerámica con sus motivos heráldicos para su palacio de València con un tamaño de 13 por 13 centímetros, y algo más grandes para el de Alaquàs, de 13,5 por 13,5. Y los encontrados en Holanda tenían esas dimensiones «por lo que no había duda de que eran del Castell».

Respecto a los autores del expolio en el monumento, la policía no ha podido descubrirlo porque probablemente fueron sacados hace 60 y 70 años y han ido pasando por anticuarios o particulares. Los agentes dejaron claro ayer que comercializarlos es un delito.

Todo el lote de azulejos ha podido recuperarse por el municipio meses después, una vez se ha resuelto la investigación policial que siguió al caso.

La alcaldesa Elvira García agradeció la labor policial y recordó que Alaquàs celebra la protección del Castell hace 100 años tras un proceso en el que se impidió que el palacio fuera destruido. Las losetas quedarán bajo custodia municipal junto con el resto de azulejos encontrados en el palacio cuando se expropió y los hallazgos de las excavaciones que se realizaron en los años 2005 a 2007, un material que lleva una décafa pendiente de musealizar.