Son las 6.45 horas de la mañana y la estación que comparten Alfafar y Benetússer está con los andenes repletos de gente, además todos amontonados cerca de la entrada a la estación. La razón es que si pierden ese tren de la línea C-2 de Cercanías a València ya no pasa ningún otro hasta las 7,23 horas lo que impide la conexión con los trenes de la C6 hacia Castelló con los que van a clase en la Universitat Jaume I (UJI) o a sus trabajos en la capital de La Plana.
A la falta de servicios en esa hora punta entre la 6,45 horas y las 7,23 horas -franja horaria que por ejemplo en la C6 se cubre hasta con tres servicios- se une la reducciones de los vagones a la mitad, pasando de seis a tres. «Esto hace que todos nos amontonemos en los primeros metros cercanos a la entrada de la estación porque hay veces que no puedes ni entrar. Y lo mismo pasa con el de las 7,23 horas; por eso hay muchas personas que han decidido coger directamente el de las 6.45 horas aunque tengan que esperar después casi una hora para entrar a sus trabajos o ir a sus clases, para no arriesgarse a llegar tarde». Así lo relata Isabel Giménez, una usuaria asidua de la la línea Alfafar-València, que afirma que ella ha presencia «ataques de ansiedad e incluso desmayos de estudiantes que veían que no iban a llegar a tiempo a hacer un examen o personas que no llegaban al trabajo».
Giménez además es la portavoz en Alfafar de la plataforma «Indignats amb Renfe» creada en Carcaixent por personas usuarias de estas mismas líneas la C1 y la C2 hartas de las «numerosas deficiencias», ya que a la falta de servicios y capacidad, hay que sumar los fallos en las puertas o en el sistema que valida los billetes, o el excesivo coste de los trayectos (es más rentable un viaje en grupo en vehículo privado que en transporte público). Sin olvidar las máquinas para adquirirlos, que en algunos casos no aceptan tarjeta mientras que los operarios de la ventanilla carecen de datáfono.
Esta plataforma, ante la falta de respuesta de Renfe y Adif - «les he escrito muchas veces y solo me han contestado con un 'disculpe las molestias causadas'», afirma Isabel- ha decidido presentar propuestas a los ayuntamientos para que sean ellos las que las eleven al Ministerio de Fomento. En este caso Isabel la ha presentado en Alfafar, aunque asegura que «también se va a presentar en Benetússer y en Catarroja».
De hecho, es en el mismo tren, con el boca a boca, donde los usuarios se ponen en contacto y se unen a la plataforma. «Yo me enteré de su existencia porque escuché hablar a otra usuaria. Estamos en redes y también tenemos un grupo de Whatsapp. Cuando voy en el tren, mando un mensaje para ver si hay alguien de Alfafar que quiera firmar la petición y le espero en la estación, y así nos vamos adhiriendo», explica.
En Alfafar, el apoyo del gobierno local ha sido inmediato. No solo han aceptado la propuesta de la plataforma que viene avalada por una recogida de firmas y que se ha mandado a todos los grupos políticos sino que la van a hacer institucional. «Ya he convocado una Junta de Portavoces y seguro que va asalir adelante en el próximo pleno con el respaldo de todos los grupos políticos», señala el alcalde, Juan Ramón Adsuara, quien tiene cuentas pendientes con Renfe y Adif por el paso a nivel o la accesibilidad de la estación.
En la moción, la plataforma pide que el Ministerio «priorice la inversión e la mejora de las líneas de Cercanías para destinar recursos a personal, infraestructuras y mantenimiento» ya que «esta medida es absolutamente necesaria para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible que marca la ONU». También se reclama que en horas punta y de acumulación de gente de la Estación del Norte se mantengan libres los tornos de validación de billetes para que la circulación sea más ágil, además de reducir el precio de los títulos de transporte y de eliminar las barreras arquitectónicas, ya que los mecanismos se averían continuamente.
