Desde hace unos años, los vecinos de Mislata disponen de una red de contenedores para la recogida de ropa y calzado usado, distribuidos en 18 puntos diferentes del casco urbano. Este servicio, coordinado por la empresa pública Nemasa y Koopera, una cooperativa de inserción social impulsada por Cáritas, permite a la ciudadanía deshacerse de las prendas de vestir, zapatos y zapatillas que ya no usan y poder darles una segunda utilidad, ya que toda la ropa que se recoge se reutiliza, se recicla o se vende para fines sociales.

Concluido el ejercicio 2018, Koopera ha presentado al Ayuntamiento de Mislata el informe con los kilos recogidos durante todo el año, que en esta ocasión han ascendido a un total 101.027. Esta cifra supone un incremento del 22% respecto al año 2017, cuando se recogieron 78.827 kilos de ropa y calzado. El aumentado ha sido posible, explica la portavoz municipal y concejala de Medio Ambiente, María Luisa Martínez Mora, a parte de un aumento de concienciación ciudadana, gracias a la redistribución de los contenedores que se realizó el pasado año: "algunos los hemos cambiado a zonas más transitadas y el resto los hemos integrado en las baterías de recogida selectiva de residuos, lo que facilita su identificación y ofrece una mayor comodidad a los vecinos".

De los 18 contenedores rojos de Cáritas que hay repartidos por Mislata, el más utilizado por la ciudadanía es el de la avenida del Sur, que el año pasado recogió 8.220 kilos de ropa y calzado, seguidos por los de la avenida Gregorio Gea y el de la calle Regacho, por encima de las siete toneladas anuales. En cuanto a las épocas de mayor recogida, cabe destacar que son los meses de octubre y de junio, con diferencia, los preferidos por los vecinos para deshacerse de la ropa usada, coincidiendo con el cambio estacional.

El informe aportado por Koopera detalla también el destino de los más de 100.000 kilos de ropa recogidos durante en Mislata, destinándose, siguiendo la normativa de la Unión Europea, la gran mayoría de la ropa a la reutilización, otra parte al reciclaje y una tercera a la valorización, es decir, a la venta en sus tiendas de moda sostenible. Es por ello que desde el Ayuntamiento se anima a la ciudadanía a utilizar estos contenedores de color rojo, porque como asegura Martínez Mora, "contribuimos a cuidar el medio ambiente, pero también apoyamos la gran labor social que realizan entidades como Koopera y Arropa, que dan trabajo a personas en riesgo de exclusión social".