«El acto de Xirivella fue impresionante. No esperaba más de 300 personas. De repente me encontré con más de 1.000. Todas las previsiones se desbordaron, incluso las de quienes sabían, como Ábalos, que había mucha más gente detrás de mí de lo que yo era consciente». Así se refiere el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, en el libro que acaba de presentar, al multitudinario acto que celebró en Xirivella el 26 de noviembre de 2016, meses después de haber dimitido como secretario general del PSOE tras ser derrotada su propuesta en el comité federal. Tras un tiempo apartado de la política «porque mentalmente lo necesitaba», Sánchez reapareció en un acto en València que organizaron el actual ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y el entonces alcalde de Xirivella, Michel Montaner.
«Apenas un mes después de mi dimisión como diputado, celebramos aquel acto en Xirivella, donde el alcalde es el socialista Michel Montaner (actualmente ya no lo es p0rque el pacto con Compromís incluyó un turno en la presidencia del pleno) con parada posterior en Sueca», narra Sánchez en «Manuel de Resistencia», como ha titulado su actual obra. «Les hablé durante casi 20 minutos, les dije que aquello era un acto de militantes socialistas, que yo estaba allí en calidad de tal y que sabíamos que debíamos organizarnos para lograr hacer realidad nuestros ideales», ha escrito el presidente del Gobierno. «La gente intervenía con pasión. Ningún socialista que viera aquello, estuviera o no de acuerdo conmigo, podía negar la energía política y humana allí reunida. (...) El movimiento que ya entonces se estaba generando en el partido era evidente».
Muchos socialistas consideran que aquel fue un punto de inflexión en la carrera de Sánchez, entre ellos el líder local del partido en Xirivella, Michel Montaner, quien lo recuerda como «un día histórico». De hecho, el exalcalde publicó su propio libro, «El Espíritu de Xirivella» que ha presentado en decenas de ciudades de toda España.
