El gobierno local de Paiporta ha recordado que el caso de la calle Sant Jordi no es el único problema con las empresas de la familia Cotino. De hecho, el ejecutivo ha recordado que la UTE adjudicataria de la construcción del mercado estaba formada por las empresas Emosa (vinculada a otra rama de los Cotino) y Franjuan, y dejó la obra colgada al poco de empezar, lo que supuso un retraso de años hasta que se retomó. El gobierno recuerda que aún está por solventar uno de los errores que tenía: no haber diseñado un centro de transformación, necesario para prestar algunos de los servicios. «Todavía estamos peleando con Iberdrola», dicen.

Sobre el contrato de la calle S. Jordi, la alcaldesa lamenta que «en el peor momento de la crisis con las tasas de paro más altas de Paiporta, todo apunta a que Ibor malgastó un millón de euros para hacer rica a la familia Cotino cuando ese dinero podía haber ayudado a 100 familias». «Ibor tiene que explicar por qué se hicieron trampas para otorgar la obra al entorno familiar de su amigo Cotino».