La jueza ha dado una tregua a Coraima y su familia y ha paralizado el desahucio de la vivienda ocupada en el número 1 de la calle Estación de Massanassa. Ha sido un guardia civil quien se ha personado en el domicilio para notificarle a Coraima que debía trasladarse al Juzgado número 3 de Catarroja ante una nueva resolución. Allí la jueza le ha notificado que se paraliza el desahucio a la espera de que en tres días el banco propietario del inmueble conceda a esta familia un alquiler social. Esto ha provocado que Coraima se vaya del juzgado al ayuntamiento para volver a hablar con el alcalde, Paco Comes, y le ayude a presionar a la entidad bancaria ya que Coraima nunca se ha negado a pagar un alquiles puesto que su marido ahora tiene trabajo. El alcalde se trasladó a finalde la mañana a la susursalbancaria para entregarle el requerimiento del juez e intentar negociar dicho alquiler social "y parece ser que es bastante factible al ser un caso de ocupación y no de impago de hipoteca". Asimismo, desde el ayuntamiento aseguran que siguen trabajando para buscar una alternativa "como es conseguir una vivienda social en Silla ya que el marido tiene allí trabajo estable".

La noticia de la paralización del desahucio han sido acogida con optimismo por el medio centenar de personas, miembros de la PAH Valencia, de Stop Desahucios, de Frente Obrero y vecinos que desde las 9 horas están manifestados en la puerta de la vivienda para evitar la entrada de las fuerzas de seguridad si fuera necesario y evitar el desahucio.

Hay que recordar que Coraima esta casada y tiene dos hijos de 3 y 6 años y que tenía una orden judicial para que desalojase hoy la casa que tiene ocupada ilegalmente propiedad de un banco con el que ha intentado negociar un alquiler social sin éxito. Tras una reunión mantenida el pasado viernes con el Ayuntamiento de Massanassa, ente que envió el viernes un informe social que ha sido el motivante de la paralización del desahucio tal y como se expresa en el informe expedido por la jueza.

Coraima respira algoaliviada tras conocer que esta noche seguirá durmiendo en su casa: "No pueden dejarme en la calle con mis dos chiquillos, no tengo donde ir", confesaba muy afectada Coraima, antes de resolverse la paralización del desahucio.