La tristeza y la desolación se ha apoderado de los integrantes de la comisión Cristóbal Sorní de Burjassot, después de que esta madrugada el remate de su monumento se haya venido al suelo. El presidente Paco Mejía trasmitía el sentir de toda la falla: "Es un palo muy duro para nuestro cincuenta aniversario".

El artista Ximo Martí y su equipo plantó durante la tarde de ayer el cuerpo central y remate del monumento, compuesto por la cabeza de una mujer sobre la que se asentaba una luna con dos falleros en su interior y tres angelitos en la parte superior. "Sobre las dos de la madrugada, los chicos que tenemos vigilando la falla nos avisaron de que la parte central presentaba una grieta. Todo fue muy rápido, y en pocos minutos estaba en suelo. No nos dio tiempo ni a venir", relata Mejía.

El presidente explica que "lo lógico es pensar" que ha sido "un error de cálculo" y que la estructura no ha aguantado, ya que "anoche no hacía nada de viento". Mejía indica que el artista se presentó allí para analizar lo ocurrido, "pero no se puede hacer nada. Los angelitos están inservibles y la conexión de la luna con el cuerpo central tampoco", lamenta.

El dirigente de la comisión esperaba el regreso del artista durante esta mañana para en frío evaluar las causas del accidente y buscar "algún tipo de solución, con algún cajón de vareta o algo, ya que todavía tenemos día y medio por delante", aunque Mejía reconoce que "no será lo mismo".

La comisión de Cristóbal Sorní cumple este año el 50 aniversario y el desplome del monumento, con el lema "50 anys enamorats de la festa" ha caído como un jarro de agua fría. "Ha sido una putada. Es un año especial, apostamos por este artista para la falla grande y todo pintaba muy bien, y ha sido una auténtica desgracia". El incidente ha desatado una ola de solidaridad entre el mundo fallero de Burjassot. "Estamos recibiendo ánimos de todos los sitios por redes sociales y llamadas de teléfono", revela el presidente con la voz entrecortada.