El día de la plantà de 2019 será difícilmente de olvidar para la comisión Parc La Canya de Picassent. En su décimo aniversario, la entidad ha visto como el artista no terminó el monumento a tiempo, concluyendo únicamente la parte central y el remate, que tuvieron que pintar los propios artistas en el municipio de l'Horta Sud.

Según relató el presidente de la falla Jesús Pascual, entre el miércoles y el jueves acudieron al taller del artista Pascual Peris, de Benaguasil, para recoger todos los elementos del monumento. Al llegar allí se encontraron con la desagradable noticia de que la falla no estaba terminada.

Es la primera vez que la comisión picassentina contrataba con Peris. «No llegó a través de redes sociales. Contactamos con él, nos hizo unos bocetos, hablamos con fallas en las que había plantado para asegurarnos y firmamos el contrato», explica el presidente. En total, el presupuestos por ambas fallas ascendía a 12.000 euros, de los cuales solo faltaba por abonar los últimos 1.100 euros a la recogida de la falla.

Nada les hacía sospechar que se quedarían sin el monumento al completo. «Hicimos alguna visita al taller, veíamos algo, pero en el último mes la cosa ya no iba bien», admite Jesús Pascual.

Finalmente, cuando se presentaron en el taller vieron la realidad de lo que ocurría. «De la falla grande solo había terminado la base, una gramola, con un cadillac y una guitarra. Y nada más. Los ninots del remate los hemos tenido que pintar nosotros, además de otros elementos como unas notas musicales, pero los que van alrededor de la base, no teníamos ninguno», explica. Pero la pequeña no tuvo más suerte. «La parte central, una luna con una nube y un bebé, sí estaba terminado pero le faltaba pintura, que lo han hecho las niñas de la comisión. Pero tampoco estaban el resto de los ninots infantiles», asegura el presidente.

La comisión, por boca de Jesús Pascual, mostró su desolación por este «lamentable hecho» que coincide con el décimo aniversario. «La ilusión de los 240 falleros ha caído por los suelos». Pero no todo son malas noticias. La germanor fallera salió a la palestra y algunas comisiones del Picassent donaron ninots a Parc de la Canya. «Cuando nos serenemos ya daremos las gracias por cómo se ha volcado la gente», afirma.

Problemas de salud, la causa

Por su parte, Pascual Peris atribuye a un «problema de salud» que no pudiera terminar a tiempo el monumento, pero asegura que «podría haberlo plantado». El artista admite que la comisión de Picassent acudió a su taller para recoger su monumento pero «también se llevaron ninots de otras fallas» -en concreto de Constitució de Riba-roja y L'Espardenyà de Benaguasil-, circunstancia que niegan desde la comisión de Picassent. En este sentido, la la falla Constitució afirma que «aunque no ha llegado a tiempo, el artista está con nosotros acabando el monumento».