Los nueve votos del Partido Popular, Ciudadanos y Canviem entre Tots tumbaron anoche la exposición pública de la modificación del PGOU en la que ha trabajado durante meses el equipo de gobierno, en minoría con solo ocho concejales. El documento tenía como principal objetivo evitar nuevas sentencias expropiatorias, con un coste entre los 13 y los 30 millones según los antecedentes, a cambio de reordenar los equipamientos pendientes de adquirir en nueve sectores y aumentando la edificabilidad de algunas zonas. En total, 400 casas más respecto a las previsiones del PGOU vigente desde 1990.
Desde el PP, José María Musoles, argumentó su voto en contra en que la modificación del PGOU «ahoga y estrangula el municipio». El portavoz popular defiende que la propuesta del equipo de gobierno «supone aumentar la población entre seis mil y diez mil personas más» y «la gran pregunta es si tenemos las dotaciones y servicios para los vecinos actuales y los nuevos». En este sentido, Musoles advierte que la «actual Godella ya sufre colapso de tráfico diario por los colegios y los residentes» y con «más viviendas ese problema se agravará».
El concejal del PP recordó que para «un desarollo urbano de ese calibre es necesario disponer de medidas para pluviales como el azarbe, un proyecto elaborado y del que no se ha hecho nada». Además, incidió otro problema: «el equipo de gobierno pretende ahora permitir más viviendas cuando hace unos meses liquidó un PAI en la Canyada de Trilles, que contemplaba tanques de laminación, por una mera cuestión política».
Por su parte, desde Canviem entre Tots apuntaron que la modificación es «aberrante» y «una barbaridad», recordando que «siempre hemos estado en contra, no es de ahora», puntualizaron. Desde la marca blanca de Podemos apostaron por una «alternativa» en forma de «nuevo PGOU estructural», y «no este hecho deprisa y corriendo». Para la concejala Irene Ferré, que las «asociaciones de vecinos estén en contra de esta modificación nos da fuerza en nuestra postura».
Y qué argumentos esgrime Canviem. «El colapso de tráfico sería aún mayor, al igual que el problema de inundaciones», indicó la regidora, que advirtió que «toda el agua procedente de Campolivar llegará a las partes bajas». Tampoco le preocupan las expropiaciones a CeT «ya que las de hasta ahora se han resuelto se manera nefasta» y «esta modificación es forzada y la quieren aprobar con calzador».
Ciudadanos completó el rechazo de la oposición. «Nos oponemos a la modificación del PGOU propuesto por el actual gobierno, al ser un plan que no solo no resuelve las carencias de nuestro municipio, sino que las agravará a nivel de inundaciones, tráfico, contaminación acústica y medio ambiental», sentenciaron.
Sanchis: «Votar no, es hipotecar el futuro de Godella»
La alcaldesa Eva Sanchis lamentó el rechazo y anunció que «cuando vengan las expropiaciones podremos ir con la cabeza alta de haber intentado evitarlas», y alertó que el 1 de enero de 2020 concluye la motatoria para iniciar procesos forzosos y el texto que tumbó el pleno caduca en febrero de ese año, «por lo que o se aprueba antes de esa fecha o tendremos que empezar de cero». La dirigente afeó a la oposición que en cuatro años no han recibido alternativa alguna de a la modificicación, alertó de la desparición de servicios si la deuda llega al 300% y concluyó que votar en contra es «no dar solución a un grave problema de nuestro pueblo e hipotecar su futuro».
