La poca lluvia que cae en las tierras valencianas es, en muchas ocasiones, un "handicap" para los agricultores que cultivan la huerta. Por eso, las precipitaciones registradas ayer y hoy han venido "muy bien", tal como explican a Levante-EMV para humedecer la tierra y "dar vida" a las verduras en crecimiento.

Virgilio, un agricultor de Alboraia almuerza tranquilamente y, después, muestra a este periódico como se encuentran las tierras tras la lluvia. "¿Ves?, no se ve la tierra seca, esto es muy bueno, hacía por lo menos dos meses que no llovía y la última vez lo hizo muy tímidamente, tampoco mucho", apunta. Pero aún así, todo el agua que recibe la tierra es buena. Así lo explica el hombre. "No es que llueva mucho, pero por poco que caiga la tierra se oxigena, se humedece y mejora la salud de los cultivos", dice mientras enseña unas habas cultivadas en su huerto. "Mira que bonitas y que grandes, ¡recién cogidas de la planta!", exclama el agricultor.

Unas lluvias que a pesar de generar atascos en la ciudad y "paralizar" la vida normal de una población acostumbrada a la sequía son un tesoro para los agricultores que cultivan la huerta que rodea los centros urbanos. En abril, aguas mil. Y esta vez se cumplió el refrán.