El Ayuntamiento de Foios ha destinado durante esta legislatura que ahora llega a su fin, cerca de 5 millones de euros a pagar deudas con proveedores, sentencias y facturas pendientes. Así lo estima el alcalde del municipio, Sergi Ruiz (Compromís), que defiende que desde el 2015 «hemos salvado el ayuntamiento, pues había un pufo traducido en millones de euros que teníamos que liquidar». En concreto, solo con sentencias por problemas con la ejecución de dos PAI, el consistorio ha dejado de invertir en otros conceptos más de un millón de euros.
El remanente de tesorería de 2018 se va a destinar, entre otras cosas, tal como informó el consistorio tras el último pleno, a liquidar la deuda de una de las dos resoluciones judiciales. La del Polígono de la Mar. Esta sentencia la dictó el Tribunal Superior de Justicia hace unos meses y condenó al ayuntamiento a pagar 400.000 euros a la empresa adjudicataria que iba a recalificar el Poligono de la Mar a una zona residencial.
Un proyecto que finalmente no se llevó a cabo. En el auto final, el TSJ concluía que el consistorio había de abonar esa cantidad a la mercantil, 600.000 euros menos de lo que la empresa denunciante pedía por no haber sido informada a tiempo (pues ya habían comenzado los proyectos de planificación) de las objeciones de conselleria a la consecución del proyecto, que más tarde se daría por «caducado». Con este pago, que sale del remanente de 2018, se da por saldada una deuda que tenía Foios desde 2011, momento en el que el PP, entonces en el gobierno, planteó la recalificación del espacio industrial.
Otra de las sentencias a las que ha tenido que hacer frente el Ayuntamiento de Foios es la relacionada con el PAI del Sector Sud. Una vez más, la administración local tuvo que abonar 400.000 euros en intereses por la demora del pago a la adjudicataria. Por otra parte, el primer edil también reconoce el hecho de que la administración «no supo jugar bien sus cartas» en la expropiación de los terrenos del Parque Cuiper en 2007. Pues la demora en el pagó les llevó de vuelta a la burbuja del 2007. «El consistorio ni pagó a tiempo ni dio los terrenos de aprovechamiento a los propietarios de la zona expropiada».La burbuja que creció hasta 2017
¿En qué se tradujo el retraso? «Saldamos a deuda en 2017 con las normas de 2007. Por lo que los terrenos que tenían mucho valor en 2007 en 2017 lo habían perdido. Pagamos en 2017 una expropiación con valores de 2007 que nos ha costado 600.000 euros», dice el alcalde. Así todo, Sergi Ruiz recalca que el remanente ha sido positivo «en contraste con el déficit de 400.000 euros del año 2014» y lamenta que el ayuntamiento haya tenido que destinar 5 millones de euros durante la legislatura a rescatar económicamente al municipio. «Hemos dejado de invertir 5 millones en mejoras para remendar deudas del pasado. La parte positiva es que el ayuntamiento, aún así, ha podido mejorar el municipio».
En este sentido, Ruiz apunta que «se han desbloqueado proyectos urbanísticos como por ejemplo la apertura de la Ronda Oest». Con todo, Ruiz reconoce que «sin todas las deudas las mejoras podrían haber sido más rápidas y efectivas».
