Las parroquias y cofradías de Burjassot revivieron un año más durante el Domingo de Ramos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de un humilde asno. En el barrio de Cantereria, la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora celebró su tradicional procesión en la que cobran especial protagonismo la infancia y el burrito -como símbolo de sencillez y humildad- que anualmente concurren a los actos. Primero, en el parque Camales, se procedió a la bendición de palmas y ramos y después una animada marcha se dirigió al templo, donde se celebró una eucaristía. La Comunidad Católica Nigeriana puso las notas musicales.

Otro de los actos destacados de la jornada en Burjassot se desarrolló en el Nucli Antic, entre la ermita de Sant Roc y la iglesia arciprestal de San Miguel Arcángel. Tras las bendiciones en el santuario del Patrón, una concurrida procesión entre la que se hallaba una representación municipal encabezada por el alcalde, Rafa García, marchó hasta la arciprestal, donde concluyó la celebración con una misa.