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El paraje para ir a comerse la mona

?Las familias foieras se preparan para ir el domingo a los «Quatre Camins» a comer la mona

El paraje para ir a comerse la mona

Foios se resiste a perder una de sus tradiciones más arraigadas. Y es que «pujar a berenar la mona als Quatre Camins» es muy de este municipio de l'Horta Nord. Este enclave dista de la localidad poco más de un kilometro y medio y está situado, como diría mucha gente mayor «tirant cap al secà». Allí justamente donde hay un cruce de caminos con señales que indican la dirección a Vinalesa, a Moncada y a Foios, allí justamente en medio de la huerta, entre naranjos y acequias, los foieros y foieras siempre han ido a «botar la corda, menjar la mona i envolar el catxirulo». También los vecinos y vecinas de Vinalesa han seguido, aunque en menor medida, esta tradición.

Como en otros parajes de la comarca, la tradición se materializa el Domingo de Pascua, y el primer y segundo día después de la semana de pasión. La práctica tuvo su gran auge entre los años 60 y los años 90 del pasado siglo pero posteriormente se fue desinflando en la década del auge económico, cuando la gente prefería irse de viaje esos días d 'Pasqua' y aquellos que se quedaban en el municipio eran mayores para ir.

Con la llegada de la crisis los Quatre Camins volvieron a ser escenario de un aumento de visitantes. De nuevo volvió a saltarse la cuerda y a llenarse el cielo de cometas. La gente volvió a merendar junto a las acequias su tradicional merienda de 'llonganissa de Pasqua', panquemaos y monas.

Algunos vecinos relatan que en otros tiempos, no tenían donde ir. «No teníamos ni viajes, ni nada de lo que hay ahora. Nuestra ilusión era subir allí y pasar la tarde con los amigos hasta que se iba el sol», explican.

Desde entonces y hasta ahora, la tradición vuelve a marcar historia y se vuelve a ver una retahíla de gente andando ese kilómetro y medio para pasar la tarde con grupos de amigos y familiares.

Los mas pequeños disfrutan de la verdadera esencia de la huerta. Los jovenes aprovechan para saltar a la comba y luchar por poner en lo alto del cielo sus grandes cometas. Los mas mayores son felices de ver al resto disfrutar y preparan con ahinco una buena merienda tradicional.

Las casetas o alquerías de los alrededores se llenan de gente que también va a merendar y pasan la tarde juntos. Toda la zona de los Quatre Camins queda durante tres días llena de alegría, de canciones valencianas de pasqua y de juegos.

Ahora Foios mantiene con pulso firme su tradición más arraigada y más popular. Con años de mucho auge y con años de sequía, pero actualmente se mantiene viva la tradición y, si el tiempo lo permite este domingo, volverá a recrearse, una vez más, con todos sus ingredientes.

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