La Semana Santa torrentina no quería rendirse a la lluvia y venció. Pese a los augurios de mal tiempo, las cofradías de la capital de l'Horta Sud salieron a la calle esta mañana para festejar el Encuentro Glorioso acompañadas por miles de vecinos que desafiaron agua y viento para estar presente en esta conmemoración. Nadie quería dejar sola a María Silla, que este año es la Reina del Encuentro y Angel de la Resurrección (una figura que rememora la visita de Germana de Foix a la ciudad) y que esta mañana ha estado más que arropada que nunca y ha lucido un vestido inspirado en la reina Isabel la Catòlica y una capa de seis metros de color verde oliva.

Desde primeras horas, el repique de campanas ya anunciaba que la Semana Santa torrentina, eclara fiesta de interés turístico, no quería prescindir de su día grande, después de tener que suspender el Santo Entierro.