Parte de los afectados por el desalojo de sus viviendas de los edificios de Vicente Mortes y Francisco de Borja, en Paterna, se han concentrado esta miéroles ante las puertas del ayuntamiento para pedir una solución al conflicto que mantienen con la Sareb, propietaria ahora de los inmuebles. Los inquilinos han recibido el apoyo de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, convocante del acto, y de concejales de Compromís, Paterma Sí Puede y Esquerra Unida, así como dirigentes de las asociaciones de vecinos.

Con música de fondo y megáfono en mano, Raquel Rubio, de la PAH Paterna, ha explicado que actualmente negocian con la Sareb, conocido como el banco malo, una regularización de los alquileres de las nueve familias de Vicente Mortes. "Hemos conseguido sentarnos con la Sareb, algo muy complicado, para alcanzar un acuerdo para todos los afectados con alquileres asequibles y sociales", ha señalado Rubio. En este sentido, ha comentado que hasta que no se celebre el juicio de los afectados de Francisco de Borja, previsto para junio, no podrán entablar una negociación con los inquilinos. Cabe recordar que hay otros 16 inmuebles por los que la Sareb hay otros 16 inmuebles por los que la Sarebha iniciado el proceso adjudicarse las propiedades por impagos de los propietarios.

Durante la concentración ante la Casa Consistorial, la PAH ha sido muy dura con el alcalde Juan Antonio Sagredo, al que han exigido que se cumpla la moción aprobada hace unas semanas en el pleno para que se acordó intervenir por los afectados de estos conflictos, "y no se ha hecho nada. Parece que el alcalde está más pendiente de hacerse fotos en los parques que de preocuparse por sus ciudadanos y evitar que se queden en la calle", ha gritado Rubio. Además, ha recordado que hace tres años se aprobó una moción para convertir a Paterna libre de desahucios, "que tampoco se está cumpliendo".

A la protesta han acudido algunos de los inquilinos del edificio de Vicente Mortes, como Paco y Alberto. Pese a que se encuentran en la misma situación, pueden ser desalojados, sus circunstancias particulares son muy distintas. Paco tiene 62 años, está jubilado y cobra poco más de 600 euros de pensión. Paga 250 euros por el alquiler, más los gastos de luz, agua y gas. Lleva más de dos meses con una presión, que le ha pasado factura a su salud, al permanecer hospitalizado diez días por un fuerte ataque de ansiedad. "No se qué voy a hacer. Ultimamente tengo ganas de acabar con todo", advierte. "Lo veo todo muy negro. He estado al día de todos los pagos y me quito de comer por un techo. Y en estos dos meses de lucha desde el ayuntamiento, nadie ha hecho nada. Solo el concejal Javier Parra (EU) está luchando por nosotros", ha asegurado. Por su parte, Alberto, de 34 años, con mujer y un hijo de tres años, paga 625 euros por su piso. Ha empezado a moverse y tiene ya alternativas en cartera, pero reconoce que "como en mi casa no voy a estar en otro sitio. Nos ofrecen un contrato nuevo. Yo estoy dispuesto a pagar dentro de un precio de mercado, similar al que ya estoy pagando, pero hay gente como Paco (hay otra vecina con movilidad reducida) que si les suben mucho no va a poder afrontar los gastos", ha puntualizado. El joven ha explicado que han entregado la documentación de cada inquilino a la Sareb y están a la espera de una respuesta para solucionar sus casos.