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Urbanismo

La Pobla cambia su PGOU para convertir la cooperativa en un espacio cultural

El inmueble que tuvo que ser expropiado por 1,1 millones, estaba catalogado como suelo sanitario

Una imagen de la antigua Cooperativa Agrícola de la Pobla de Farnals, ahora de uso educativo-cultural. l-emv

La Pobla de Farnals ha modificado su Plan de Ordenación Urbana (PGOU) para destinar la Antigua Cooperativa San José, recogida en el documento municipal como suelo dotacional sanitario asistencial a usos educativo-culturales. Así lo aprobó el pleno municipal a finales del 2018 y ahora lo ha ratificado la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. Lo ha hecho a través de un informe favorable al cambio por considerar que la reciente construcción de un centro médico en otro suelo dotacional ha cubierto las necesidades sanitarias de la localidad y «no hay inconveniente» en destinar el terreno de la antigua Cooperativa San José a otro tipo de usos.

Así, la entidad autonómica ha reconocido que la modificación «no supone alteración sustancial (...) ya que no se produce un incremento de la edificabilidad lucrativa y tampoco se cambia la calificación de los suelos dotacionales previstos», por lo que el espacio ubicado en pleno casco urbano de la Pobla de Farnals podrá destinarse ahora a otros usos.

El edificio, que albergó la cooperativa agrícola del municipio, fue expropiado por el ayuntamiento durante la época del Partido Popular al disolverse esta entidad. Los miembros, al no tener viabilidad pidieron al ayuntamiento la ejecución de la expropiación del terreno por una cantidad de 1.127.061,2 euros. Aunque en la anterior legislatura se abonó la primera de las cuatro fases de pago, ha sido durante estos últimos cuatro años cuando se ha culminado el pago del inmueble, en pleno centro urbano de la Pobla de Farnals. Para Enric Palanca, alcalde del municipio, «el anterior gobierno más que una expropiación lo que hizo fue rescatar a una empresa privada, pues creemos que se pagó demasiado a la cooperativa». Así todo, el edil recalca que «la ubicación es ideal y ahora que podemos tenemos que hacer servir el edificio para el pueblo».

Por otra parte, el pasado julio el consistorio comenzó los trabajos de adecuación acústica de una parte del edificio de la antigua cooperativa de acuerdo a los resultados de los presupuestos participativos. En este sentido, el consistorio también invirtió cerca de 50.000 euros en renovar los baños y adecuar el espacio para su uso. Así todo, hay una parcela del suelo dotacional destinada, actualmente, a ser almacén del consistorio. Un espacio que, aunque existe la voluntad de abrirlo a uso de la ciudadanía, para hacerlo precisa de una inversión «grande». ¿Por qué? «El almacén es de uralita, un material que mientras no se toque, no cuesta dinero, pero en el momento en el que quieras retirarlo...supone gastar una gran cantidad de dinero», explica Palanca. En este sentido, el alcalde apunta que el capital del ayuntamiento es «limitado» pero que, «intentaremos ir reformando los espacios y, llegado el momento, invertiremos en modificar el uso de los almacenes» y para ello, «necesitamos no solo el capital para retirar la uralita- que es mucho, detalla- sino también para reformar la zona».

Con todo, a partir de ahora el espacio de cerca de 5.000m2, según informa el primer edil, podrá destinarse a un uso social y cultural. «La Casa de la Cultura se ha quedado obsoleta y este espacio podrá aumentar las actividades».

Así, la cooperativa podrá utilizarse para reuniones gastronómicas, exposiciones, conferencias, bailes o sala de ensayo. De hecho, actualmente la banda titular del pueblo utiliza la parte inosorizada del inmueble para preparar sus obras musicales.

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