La empresa gestora del polideportivo de La Balaguera de Albal ha comunicado al ayuntamiento, que ha entrado en concurso de acreedores y que no va a poder seguir prestando el servicio.

El complejo fue inaugurado en diciembre de 2011, tras una inversión de 5,5 millone. El ayuntamiento sacó a concurso la gestión del recinto. La ganadora se comprometía a llevar el día a día, pagando a cambio un canon. Los ingresos provenían de los usuarios y del pago que hacía el consistorio para que las escuelas deportivas pudieran usar el complejo. La gestora también lograba beneficios subarrendando parte de las instalaciones a una tercera empresa, que tenía sus propios abonados para clases de tenis o judo.

El alcalde explica que el problema económico que ha provocado el concurso ha sido el cobro del recibo del IBI. «Desconocíamos que el gestor de un servicio público está obligado a pagar el IBI y varios técnicos del ayuntamiento advirtieron en 2016 que la empresa no lo había pagado», indica.

El ayuntamiento mandó un requerimiento exigiendo el pago de los últimos cuatro ejercicios. En total, cerca de 200.000 euros, de los cuales ha podido hacer frente a una pequeña parte, dejando el impago en 178.145 euros. «Entre la baja facturación, el canon y la deuda, que además impide que le demos las subvenciones por las escuelas, ha terminado afectando a la empresa», admite el dirigente socialista, que reconoce que en las últimas semanas las quejas de los usuarios eran considerables por el estado de las instalaciones.

Ramón Marí indica que están en contacto con el administrador concursal para saber en qué momento se hace efectiva la quiebra. Lo que sí ha querido garantizar el alcalde es el servicio para todos los usuarios. «Todas aquellas personas que tengan abonos contratados por clases de tenis, judo y demás seguirán tal y como hasta ahora», dice. El gobierno resultante del 26M deberá decidir el nuevo modelo de gestión.