En febrero de 2017, al margen de las empresas que sufrieron daños por efecto directo de las llamas en el incendio de Indukern, más de 230 empresas vieron afectada su actividad en mayor o menor medida. Las 200 empresas ubicadas en la II Fase de Fuente del Jarro fueron evacuadas, del mismo modo que otra treintena de la primera fase por cuestiones de seguridad. Todas ellas sufrieron determinadas pérdidas por el cese de su actividad, que en algunos casos fueron más graves ya que, debido a los perímetros de seguridad establecidos por Policía y Bomberos, en algunos casos no se puedo reanudad la actividad hasta 5 días después del siniestro.

Una treintena de empresas, las más afectadas, decidieron presentar reclamación ante el seguro de la compañía, con el objetivo de ver reembolsado parte de los perjuicios padecidos. Desde hace meses, Asivalco ha venido desarrollando una labor de coordinación de estas solicitudes, a través de una prestigiosa compañía de peritaciones. El hecho es que las peticiones formuladas en todo este tiempo han sido desechadas sistemáticamente, una tras otra, por la compañía aseguradora, por lo que más de 28 meses después del siniestro, las empresas siguen sin recibir una compensación.

«Es nuestra obligación»

Para Joaquín Ballester, gerente de Asivalco, «es nuestra obligación defender y apoyar en todo lo posible a nuestros asociados, que se vieron seriamente perjudicados por un siniestro en el que no tuvieron ninguna responsabilidad, y nos gustaría que fuera posible llegar a un acuerdo entre las partes que permitiera una compensación justa por los problemas ocasionados».