Godella estará gobernada los próximos cuatro años bajo la batuta de la izquierda, batuta que ha utilizado la recién elegida alcaldesa Eva Sanchis para hacer un simil de lo que serán los próximos cuatros años, en un guiño al bicentenario de la banda del Casino Musical. La elección de la dirigente de Compromís se firmó quince minutos antes del pleno de investidura con el apoyo del PSOE y de Unidas Podemos. Los socialistas tendrán la alcaldía los dos últimos años del mandato mientras que la concejala morada que ha permitido sellar el acuerdo permanecerá en la oposición.

En su discurso, Sanchis, siguiendo con el símil, dijo que «quien ocupa la dirección debe corregir a los músicos para lograr una interpretación rítmica, el acuerdo programático que hemos firmado, pero también debe aceptar sugerencias y las críticas de sus músicos», por lo que «podemos criticar posturas pero no entrar en la descalificación personal», advirtió a sus socios.

En clave de futuro, la dirigente afirmó que cerraron un acuerdo programático «ambicioso» centrado en servicios públicos, «buscar soluciones sostenibles a las expropiaciones y las inundaciones», tener una Godella «más verde, transparente, participativa, segura e inclusiva», un pueblo «lleno de vida gracias al tejido asociativo y el ayuntamiento» y una localidad donde «se hable en valenciano». Pero para alcanzar «esta buena pieza y su buena interpretación, hacen falta buenos músicos, ya que sin ellos no sería posible». Sanchis cerró su intervención visiblemente emocionado al hablar de la Muixeranga: «Todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible».

? Massamagrell. El socialista Paco Gómez, empuñó de nuevo la vara de mando del Ayuntamiento de Massamagrell, en minoría. El PSPV se hace con la alcaldía en solitario con cinco concejales de diecisiete y se verá obligado a dialogar y consensuar con la oposición que avisa que estará encima de la gestión. Al final no hay pacto de progreso, entre PSOE y Compromís. Los nacionalistas votaron en blanco y de momento las diferencias están sobre la mesa para volver a reeditar el pacto de gobierno como en la pasada legislatura también en minoría, con la alcaldía compartida y que ahora no hay acuerdo. La imputación del alcalde, Paco Gómez, por la denuncia del PP en la Fiscalía Anticorrupción por el tema de los feriantes, no ha pasado factura, pero merma la confianza del resto de partidos políticos y son sólo los socialistas en minoría quien asumen las riendas del ayuntamiento. En su discurso Gómez señaló haber sufrido una «campaña de acoso que no ha tenido derribo», al tiempo que insistió en que «vamos a darlo todo, en este caso de nuevo en minoría».