Después de varias semanas de tira y afloja entre Compromís de Catarroja (que ganó las elecciones) y el PSPV (con el que ha gobernado cuatro años), ambos equipos llegaron a un acuerdo de gobierno en la noche anterior a la investidura al aceptar los nacionalistas las peticiones del grupo socialista respecto a las áreas y el programa. En realidad, las conversaciones se habían encallado al descolgarse el PSPV y pedir la alternancia en la alcaldía, una demanda que había sido desautorizada internamente por las altas instancias de su partido, ya que el Botànic prefería que gobernara la fuerza más votada en los municipios donde la izquierda ha ganado las elecciones. El acuerdo convirtió ayer a Monzó en alcalde con trece concejales, en su segundo mandato.