Las obras que el Ayuntamiento de Picassent está desarrollando en la explanada de la ermita han permitido descubrir un refugio, que probablemente se construyó y utilizó en la guerra civil, y porteriormente fue clausurado. La cavidad tendrá que estudiarse ahora y documentarse para ver cómo se interviene en ella.

Según fuentes de la empresa que ejecuta la obra, en la que el consistorio va a invertir globalmente cerca de dos millones de euros en varias fases, al construir los cimientos para elevar el espacio polivalente que se va a habilitar, apareció un agujero y parte del suelo se vino abajo, dejando ver la cavidad. Por tanto y tal y como es preceptivo, el consistorio y la firma informaron a la Conselleria de Cultura, desde donde la inspección de Patrimonio ordenó contratar a arqueólogos para que estudiaran el nuevo elemento.

La persona elegida para esta tarea es la profesional Tina Herreros, quien en los últimos días ya ha tenido la ocasión de realizar las primeras prospecciones en el refugio. Según ha explicado a Levante-EMV, se trata de una galería de 1,20 metros de anchura y dos metros de alta, que atraviesa toda la plaza en paralelo a la ermita y, en un momento dado del trazado, se bifurca en dos partes que van a parar a dos escaleras de 15 metros en zigzag y salen al exterior por el mismo punto. La experta valora que debe existir otra entrada aún no localizada.

El refugio, que techo abovedado, fue excavado directamente en la roca y no fue revestido posteriormente ni con mortero, ni azulejos ni con ladrillos. "Todavía se conservan los golpes de cincel en algunos muros y hay un gancho así como otros agujeros que pudieron utilizarse para algún tipo de sistema eléctrico", explica. "Aunque no tiene revestimientos, el refugio está muy bien trabajado", añade.

Tras el hallazgo, la obra ha sido paralizada. El siguiente paso ahora consiste en el que consistorio tramite un modificado del proyecto ya que ni los trabajos arqueológicos ni la limpieza del refugio estaban presupuestados. Y una vez se apruebe este incremento, se procederá a sacar los escombros del acceso con los que fue clausurado y a documentar por completo la cavidad. De forma paralela, Herreros busca en archivos municipales y de otro tipo datos que puedan aportar información sobre la construcción del refugio.

Respecto al futuro, Tina Herreros tendrá que realizar un informe sobre el elemento patrimonial con una propuesta de intervención, aunque "la conselleria tendrá la última palabra". Tras los últimos cambios legislativos en la Comunitat Valenciana, todo el patrimonio relacionado con la guerra civil y la Segunda República queda protegido. En este caso es refugio es ya Bien de Relevancia Local.

Por ello, Herreros aboga por la puesta en valor del refugio "dado que no interferiría el proyecto del ayuntamiento, con el que es perfectamente compatible" al estar a mayor profundidad y, si bien no puede ser visitable para el público, en general, por sus dimensiones, al menos que pueda serlo "en momentos puntuales o para investigadores".