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Patrimonio

Quart pone en valor su cisterna

Una lámina de agua mostará la función que tuvo durante siglos de abastecer a la población

Quart pone en valor su cisterna

El Ayuntamiento de Quart de Poblet ha adjudicado ya el proyecto de intervención en la plaza de la Iglesia, que incluye una actuación en la cisterna medieval, tras años de preparativos. Con la obra, el depósito volverá a tener agua, a través de una lámina que servirá para dar a conocer la función para la que fue construida. El elemento tiene la máxima protección patrimonial autonómica ya que es Bien de Interés Cultural (BIC), según fue declarado en julio del año 1981.

La licitación del proyecto se realizó por la fórmula del concurso de ideas y la propuesta que finalmente ha sido elegida es la que ha presentado un equipo técnico multidisciplinar reconocido en actuaciones patrimoniales. El proceso empleado por el ayuntamiento «coincide con el criterio de la dirección General de Cultura y Patrimonio», según informan fuentes municipales. La autorización de esta área de la Generalitat Valenciana es necesaria para realizar cualquier intervención en la cisterna, por el nivel de protección que tiene.

El equipo que se encargará de ejecutar el proyecto está formado por los arquitectos Josep Cano, Carles Boigues y Gema Casani; el arquitecto técnico Vicent L. Rodríguez; la ingeniera técnica industrial Coretta Ver Dalm; la arqueóloga Carmen Martínez; el historiador Abel Soler, y el Taller de Jardinería Babilonia. Fuentes del consistorio indican que la experiencia de todos ellos está entre los 20 y los 40 años, «y en sus currículums cuentan con intervenciones patrimoniales de calado y algunos premios».

Tal como plantean en la propuesta finalmente elegida, la Cisterna tendrá una lámina de agua que se podrá contemplar desde una pasarela ligera que se habilitará, a la que se tendrá acceso desde la parte media de la escalera, aproximadamente. No obstante, los escalones llegarán hasta abajo para que la persona visitante puede observar también la fuente original. El objetivo de la intervención es que al acceder a la gran sala abovedada que era depósito, se pueda visualizar una proyección en los muros, a la vez que se reproduce contenido en audio.

Respecto a la obra exterior de la plaza, el proyecto tiene como finalidad hacerla accesible para lo que quedará con una plataforma única, con un pavimento cuyo dibujo y cambios de color reflejen de la historia del lugar, marcando en la superficie el punto que ocupa la Cisterna (se prevé una fuente lineal sobre ella) así como la antigua manzana de casas que, al ser derruidas, dieron paso a la plaza actual o el camino hacia la iglesia.

Desde el ayuntamiento se indica que el tono previsto para los ladrillos es el albero, que emula el de las antiguas plazas de arena compacta. Y se ha elegido el ladrillo por ser un material de baja huella ecológica ya que la sostenibilidad «es un valor de este proyecto».

En la obra, se conservarán las farolas existentes y se reforzará la iluminación en algunos puntos «para permitir a la gente disfrutar de un espacio urbano que, en aras a los criterios de adecuación a la perspectiva de género, facilite el acceso universal, la creación de espacios visualmente libres y por tanto más seguros, las señalizaciones texturadas y sus disposiciones en los pavimentos cerámicos para facilitar el uso colectivo de invidentes y preservar la obtención cercana de este material con marcado de huella, casi nulo, en CO2», según recoge el proyecto aprobado. Se mantendrá también el mobiliario urbano, que junto a las farolas, fue renovado recientemente aunque la plaza será arbolada.

Para lograr el permiso del Consell, el año pasado se hicieron prospecciones a cargo de una técnica especializada, que permitieron sacar a la luz la antigua fuente de piedra del monumento, un elemento que al parecer con el tiempo fue cubierto y se colocó un grifo que facilitaba el llenado de agua de los recipientes.

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