El último estudio de la cuenta del barranco de Poio y sus conexiones (Pozalet y la Saleta), elaborado por la Confederación Hidrográfica del Júcar, a través de una empresa especializada, ha vuelto a poner de manifiesto que el riesgo de inundaciones de los municipios de l'Horta Sud aguas arriba (hasta Paiporta), especialmente el núcleo de Alaquàs, Aldaia y Xirivella, es el mismo que hace 20 años.

La causa fundamental es que las instituciones responsables (la propia CHJ y la Generalitat Valenciana) «apenas han actuado» para ejecutar los planes previstos para encauzar el agua. La situación es radicalmente opuesta a aguas abajo, desde Paiporta a l'Albufera, donde sí que se acometieron las obras previstas, a raíz de las inundaciones del año 2000.

El estudio se ha presentado estte martes en Albal, en el marco de una jornada organizada por la CHJ y los municipios afectados por la modificación del reglamento de dominio hidráulico del Gobierno central, que declara como inundables la mayor parte del término de doce poblaciones y limita su crecimiento. A raíz de una petición de los consistorios, la CHJ ha elaborado Mapa de Peligrosidad con estudios comparativos y aproximaciones a 100 y a 500 años, que estará en exposición pública a finales de julio.

La diferencia entre este y los anteriores estudios es que la tecnología empleada ha posibilitado elaborar un diagnóstico más real. De este modo, la zona de mayor riesgo es el núcleo Aldaia-Alaquàs-Xirivella, especialmente el entorno del trazado del ferrocarril. De ahí que el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, haya aprovechado para insistir en la necesidad de «acometer de forma urgente» las obras que desviarían parte del agua del barranco, paralizadas desde hace una década.

La minuciosidad con la que ha sido elaborado el estudio permite establecer puntos negros donde antes no los había. Por ejemplo, en Paiporta se ha determinado que algunos de los puentes constituyen una barrera para el agua. Mientras que el trazado del AVE tiene pasos amplios, los de la CV-36, de solo dos metros, son insuficientes. En Catarroja el punto de riesgo es el barrio de Rambleta aunque con menor peligro.

El nuevo estudio es el primero de toda una serie de documentos que elaborará la CHJ como el Mapa de Riesgos y el plan de actuaciones puntuales para mejorar ciertos puntos negros, más allá de las grandes inversiones.

El alcalde de Albal y anfitrión de la jornada, Ramon Marí, ha elogiado la unión de los consistorios en esta causa común que ha permitido tener «un documento muy valioso». Por parte de la CHJ, han respondido a las dudas de ediles y técnicos el Comisario de Aguas, Miguel Polo, y el jefe técnico de servicio, Onofre Gabaldón.