Los trabajos de revestimiento de la parte dañada del muro noreste de los Silos han concluido. Este pasado martes la empresa restauradora -EMR Restauración y Conservación- desmontó el andamio desde el que los obreros han cubierto unos 30 metros de longitud de la pared mediante el tradicional procedimiento de mortero de cal y arena. Y lo han hecho de manera que se distingan las seculares piedras repuestas pero sin apenas sobresalir de la superficie, decidiendo además el tono cromático adecuado para que no contraste en exceso con el resto de esta muralla de 75 metros de longitud y unos cinco de altura.

El acabado del revestimiento no ha sido el mismo -queda más tosco- en la zona inferior del muro, ya que esta parte, de unos dos metros de altura, no será visible tras la instalación del contrafuerte de hormigón en forma de talud que asegurará la estabilidad de toda la muralla. Según fuentes municipales, la empresa restauradora se encuentra "relizando pruebas" con el hormigón que se utilizará para la construción de este prisma triangular -elemento añadido al conjunto monumental- que culminará las obras de remodelación después del derrumbe del muro en la madrugada del 18 de septiembre de 2018.

En cuanto a los trabajos de restauración en la explanada de los Silos -"el pati de Sant Roc"-, los obreros siguen colocando en su lugar, "sin prisa pero sin pausa", las losas y las piezas del canal de desagüe que el desplome de la pared de llevó consigo. Asimismo las obras en la bancada que remata el muro están muy avanzadas.