Apenas dos semanas ha podido permanecer abierta la piscina de verano de Almàssera, después de que el ayuntamiento haya invertido 124.067 euros en su rehabilitación. El consistorio decidió este lunes cerrar la instalación después de detectar la presencia de cristales en el interior del vaso, provocando el corte de un usuario. Ahora procederá a su vaciado, limpieza y posterior llenado.

Según informa el ayuntamiento, durante la noche del fin de semana un grupo de desconocidos lanzaron piedras y vidrio al agua y al césped de la piscina municipal. El domingo, los servicios de mantenimiento estuvieron durante buena parte de la jornada realizando un operativo intensivo para garantizar la seguridad de los usuarios y poder continuar dando servicio.

Este lunes la piscina volvió a abrir sus puertas, pero un usuario ha sufrido un corte causado por un trozo de vidrio que permanecía en el fondo de la piscina. Ante tal situación, el Ayuntamiento de Almàssera ha tomado la decisión de cerrar temporalmente la piscina y proceder a su vaciado y limpieza en seco para preservar la seguridad de los usuarios. Este proceso se alargará varios días en los que no se podrá hacer uso de las instalaciones.

Lamentan el incivismo

«Lamentamos que el incivismo de unos pocos afecte a todos los vecinos y vecinas de este modo y rogamos que no se vuelven a producir estos hechos en el futuro», apuntaban fuentes municipales.

Almàssera abrió la piscina el pasado martes 25 de junio tras una profunda reforma, con la inversión de casi 125.000 euros. Entre las actuaciones que se han realizado estaba la sustitución del pavimento de gresite (actualmente en mal estado) de la zona principal de la piscina y los vestuarios, por un pavimento continuo vinílico especializado para piscinas. Además, se han rehabilitado las vigas de madera y sustituido los cristales de la fachada así como de la carpintería de aluminio del acceso.

Se trata del segundo incidente destacado que obliga a cerrar temporalmente una piscina de la comarca desde que se iniciara la temporada estival, ya que la pasada semana el complejo de Massanassa registró durante cuatro días la presencia de heces humanas sobre el agua.