El histórico Mercado Viejo de Moncada se convirtió en una fiesta para homenajear a uno de sus socios más queridos y admirados del Centro Artístico Musical, José Casany o «Pepito el de las motos», que recibió durante el acto un caluroso y prolongado aplauso, no sólo de las socias y socios de este centenario colectivo, sino también de familiares, amigos y muchas vecinas y vecinos. El reconocimiento se realizaba por su intensa dedicación all Musical durante casi 50 años.

Casany fue uno de los fundadores de la Comisión de Baile del centro en 1997, y destacó por su participación en su Cuadro de Teatro. Su hijo, el actor Josep Manel Casany, explicó que «ha sido y continúa siendo un apasionado de la música, de las artes escénicas y de la cultura en general, transmitiéndonos su pasión a todos sus hijos, cosa que le agradeceremos eternamente». El finalista de los Premios Max del 2017 agradeció al público «el respeto» que su padre «siempre ha recibido».

La hija de Casany, la también actriz y presentadora de televisión Maribel Casany, dijo que el Musical es para «Pepito» su segunda casa, «llena de hermandad, amistad y amor por la música». Por su parte el presidente del centro, Vicente Picó, que fue el emcargado de entregarle una placa, dijo de él que «siempre está cuando se le llama».

Las emociones y recuerdos durante la noche del sábado no acabaron con el homenaje a su socio número 1.658, ya que los casi 100 componentes de la banda sinfónica actuaron, por última vez, bajo la batuta de Raúl Doménech Rubio. La banda, después de tocar el pasodoble de desfile «Moncada» por las calles que unen el Centro Artístico Musical y el Mercado Viejo, interpretó «Aires Llevantins», de Bernabé Sanchis y, ya sobre el escenario, «Comic Overture», del pianista, compositor y director de orquesta valenciano Ferrer Ferran. La banda sinfónica interpretó a continuación los cuatro movimientos de «Symphonic Réquiem», de James Barnes; «El camino real», de Alfred Reed, y el pasodoble «Azcárraga», de Richard S. Cohen.