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Patrimonio

Picassent recupera la "barraca del tonyiner"

El consistorio registra como propiedad la parcela y el elemento patrimonial al haberse extinguido la titularidad anterior

La «barraca del tonyiner», situada en la partida de la Soroixa de Picassent. a. p.

Dentro del proceso de recuperación patrimonial que el Ayuntamiento de Picassent ha emprendido en los últimos años, el consistorio acaba de sumar un nuevo elemento a sus propiedades, la llamada «barraca del tonyiner», una construcción de la tipología de «barraca de pedra en sec», ubicada en los lindes del término municipal con los de Montserrat y Alfarp.

Esta barraca está situada en la partida de la Soroixa, junto al camí del Curandero y a 200 metros de la cañada real. La construcción es un vestigio de lo que eran las fomas de vida del secano, del que solo se conservaban dos en el término municipal, uno de ellos en muy mal estado.Este tipo de construcciones datan de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

En el caso de la «barraca del tonyiner», el consistorio le seguía la pista desde hace más de un año y, de hecho, en agosto de 2918 se inició el expediente para contactar con la propiedad y tratar de recuperarla. Pero los técnicos municipales se encontraron con que la propiedad se había extinguido, por lo que procedieron a impulsar un proceso para que pasara a ser de titularidad municipal, inscribiéndola en el registro, según informan fuentes del consistorio.

La barraca, que está en excelente estado según las primeras estimaciones técnicas, servía de refugio a agricultores, pastores y a aquellos que se dedicaban a la recogida de esparto y plantas aromáticas y medicinales. También la usaban los leñadores que recogían un tipo de material para que fuera utilizado como combustible en los pueblos vecinos de la comarca «como es el caso de Manises para encender los hornos donde se cocía la cerámica. «de esta forma, las barracas servían para pasar la noche a cubierto, junto a la sierra.

La parcela en la que está ubicada la barraca tiene 1.754 metros cuadrados que también han pasado a ser propiedad municipal, a través de la operación.

La alcaldesa de la población, la socialista Conxa Garcia, se ha mostrado muy satisfecha con esta nueva adquisición dado «el valor histórico de este elemento». «En el ayuntamiento somos conscientes del valor patrimonial que tenemos en nuestro término. Con esta adquisición, Picassent incrementa y enriquece el inventario o de sus bienes municipales, unos bienes que conforman buena parte de nuestro patrimonio materia, en el que ahora vamos a poner todos nuestros recursos para su restauración y recuperación».

Tareas de limpieza

Una vez la barraca es propiedad municipal, el siguiente paso será proceder a la limpieza de la parcela donde se ubica y de su entorno más inmediato. En principio se ha valorado que el estado de conservación en el que se encuentra hace que no se requiera una gran inversión para ponerla en valor pero será necesario un dictamen técnico al respecto. Acabado este proceso, la «barraca de tonyiner» se señalizará y puede formar parte de las rutas futuras del consistorio en la parte rural de su término.

La torre de Espioca

Por otro lado, este proceso ha ido paralelo al de la obtención de la cesión de la Torre de Espioca, por parte de las familias propietarias, al Ayuntamiento de Picassent, por 50 años, con el objetivo de que sea restaurada. Como ya publicó Levante-EMV, las obras, que sufraga íntegramente la Conselleria de Cultura, se iniciaron hace unas semanas con las prospecciones arqueológicas.

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