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Los pueblos de l'Horta reducen su deuda viva un 40% en una legislatura

Las 43 localidades pasan de los 405 millones de 2014 a los 241 de 2018 Paterna tiene un pasivo de 38,5 millones y Alboraia, de 1.409 euros por vecino

El cambio político que vivió la comarca en gran parte de sus municipios en mayo de 2015, donde las alianzas de partidos de izquierda facilitaron que el Partido Popular dejará de gobernar, llevó asociaciado una manera distinta de gestionar las cuentas municipales. Es difícil concretar si esa forma de administrar el dinero de la izquierda es mejor o pero, pero sí es distinta. Y en este caso los números, en frío sobre una tabla de excel, así lo corroboran.

Al cierre de 2014, las 43 localidades de l'Horta sumaban una deuda viva total de más de 405 millones de euros. A 31 de diciembre de 2018, a poco meses de concluir la legislatura, el déficit había bajado hasta los casi 242 millones, lo que supone un 40% menos que cuatro años antes. Con ese pasivo, cada vecino de la comarca debería pagar 321,2 euros para liquidarla. Las cifras facilitadas por el Ministerio de Hacienda tienen en cuenta parámetros como los créditos financieros, valores de renta fija, operaciones de arrendamiento financiero o préstamos o créditos transferidos a terceros.

Analizado los datos a 31 de diciembre de 2014, solo Llocnou de la Corona, Massanassa y Emperador tenía sus cuentas saneadas y la deuda viva a cero. Los otros 40 municipios arrastraban un pasivo global de más de 405 millones. En aquel momento, la mayor deuda la tenía Torrent (en manos del Partido Popular), con 51,2 millones de euros, lo que suponía 635 euros por habitante, seguido de Alboraia, con 49,2 millones y 2.088 euros por vecino, Paterna (42,6 millones y 558 ?/hab) y Alaquàs, con 32 millones y 1.080 por residente. En el lado contrario, pese a cerrar con déficit, este se situaba en torno al millón de euros o por debajo: Albalat del Sorells (1,2 millones), Alfara del Patriarca (1,1), Bonrepòs (1), Massamagrell (1,2), Rocafort (1), Albuixech (752.000), Vinalesa (732.000), Beniparrell (496.000 euros) o Alcàsser (381.000 euros).

Cuatro años después, las arcas municipales de los municipios han reducido su deuda un 40% y el número de municipios con el pasivo liquidado asciende a la docena, así como cifras irrisorias como las de Massanassa (49.000 euros) o Tavernes Blanques (40.000).

Solo Godella ha visto incrementado su déficit, al pasar de los 6,4 millones con los que cerró 2014 a los 11,3 de 2018. La causa son las dos sentencias judiciales que condenaron al consistorio a pagar 10, 5 millones de euros para expropiar dos terrenos contemplados en el PGOU. A eso se une la deuda que el ayuntamiento ya acumulaba. En 2018 liquidó el pago de la primera sentencia (5,48 de los 6,4 totales), gracias a los 8 millones procedentes del Fondo de Impulso Económico, que ahora debe devolver a interés cero. Ese mismo ingreso sirvió para abonar los 2,36 millones que faltaban por pagar de la otra sentencia expropiatoria (3.2). Pese a todo, el consistorio tiene una previsión de liquidar el 2019 con un superávit de 1,5 millones, más los tres que el ayuntamiento tiene en la caja del banco.

En cuanto a Paterna, el municipio de l'Horta Nord ha logrado reducir su deuda unos cuatro millones de euros, al pasar de 42,4 a 38,5, según las cifras del Ministerio de Hacienda. Pese a figurar en el primer puesto del pasivo de la comarca, ser la segunda localidad más poblada de la comarca le permite no estar entre los tres primeros en el reparto del déficit por habitante (558 euros por vecino), siendo superada por Alboraia (1.409 ?), Alaquàs (1.005 euros) y Godella (869 ?). El concejal de Recursos para la Ciudadanía, Roberto Usina, explica que el capital vivo de deuda en 2015 «era de 37,7 millones de euros y la previsión es que a finales de 2019 la deuda viva sea de 11 millones. Además, en un año acabaremos con la totalidad de las deudas a proveedores que adquirió el gobierno del PP».

Albal, Paiporta y Picassent

En l'Horta Sud, Albal, Paiporta y Picassent son ejemplo de conseguir comenzar la nueva legislatura con la deuda bancaria a cero.

De los tres, Picassent es el caso más llamativo ya que comenzó la pasada legislatura con una deuda de 2, 6 millones que mantenía con don entidades bancarias y que consiguió eliminar con el superávit de 5 millones de euros obtenido en 2016. Un superávit, motivado, en gran medida, por el cobro de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en contra de la (Emshi), lo que supuso un ingreso de dos millones de euros para las arcas municipales

En Paiporta la liquidación de la deuda se produjo en dos años. En 2015, cuando entró el nuevo equipo de gobierno de izquierdas, .la deuda del ayuntamiento con los bancos se redujo en un año un 67%, de 6,9 millones de euros en junio de 2015 a 2,2 millones de euros en las mismas fechas de 2016. Estos 2,2 millones de euros quedarán reducidos a cero en noviembre de 2017 «logrando destinar el dinero de los intereses a la prestación de servicios básicos a las personas necesitadas», señalaban fuentes municipales.

El 2016 también fue el año en el que Albal consiguió eliminar sus créditos bancarios que ascendían a 2,5 millones de euros y eso ha permitido desde entonces poder destinar el superávit a inversiones, como este año, la llegada del tren a la localidad con la construcción de la nueva estación.

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