Primero fue en Picanya. El pasado fin de semana ocurrió en Aldaia. Y en la madrugada del martes al miércoles, las fiestas de Albal y, en concreto, las inmediaciones del parque de la Balaguera fueron el escenario de una pelea masiva que se saldó con cuatro heridos y siete identificaciones. Según informaron fuentes municipales ayer, más de 100 personas se vieron implicadas en la multitudinaria reyerta en la Balaguera, por la que fue necesaria la intervención de hasta 12 patrullas entre Policías Locales de Albal y otros municipios, así como de la Guardia Civil, que contaron con la colaboración de la seguridad privada contratada por el consistorio para la fiesta de los Barracones, en las proximidades.

Las consecuencias han sido drásticas: el gobierno local decidió ayer cancelar las dos discomóviles que quedaban en las fiestas (una de ellas esa misma noche que pudo ser sustituida por la actuación del grupo La Suite Rumba) y clausurar cinco barracones por incumplir las normas. Asimismo, el ayuntamiento contratará seguridad privada para reforzar a la Policía Local el resto de las fiestas.

Fuentes municipales explicaron que la intervención policial provocó «una reacción incontrolada de los participantes que se encararon a los agentes lazándoles piedras», lo que obligó a pedir refuerzos. Tras los incidentes, cuatro personas resultaron heridas y siete han sido identificadas (ninguna de Albal). Los altercados también provocaron daños materiales, entre ellos, la rotura de la valla que delimita el Parque La Balaguera con la CV-33.

Los precedentes que habían ocurrido en los festejos de Picanya y Aldaia (en este último pueblo apenas tres días antes) y para evitar que vuelvan a producirse en Albal, con daños mayores, motivaron al gobierno de Ramón Marí, en coordinación con la Policía Local, a anular actos. Además de sustituir la discomóvil de anoche, tras la reunión con el Intendente de la Policía Local, Manuel Ocaña, se anuló también la del sábado 27, que estaba a cargo de la DJ local, Arantxa Pedraza y será reemplazada por otro formato. La decisión fue trasladada a los Festeros y Festeras Santa Anna 2019 quienes hicieron «un llamamiento al civismo y contra la violencia de cualquier tipo». Marí reconoció que «es muy difícil tomar estas decisiones pero la integridad de las personas está por encima de todo».

Por otro lado, la Junta de Gobierno abordó ayer el futuro de los Barracones, tras las críticas en las redes sociales y las peticiones vecinales por las molestias por ruidos y suciedad. Y sobre ello, se decidió la clausura de cinco casetas (ninguna pertenecía a asociaciones locales) por incumplimiento de la ordenanza en materia de exceso de ruido y horario de cierre. El gobierno se replantea para 2020 su ubicación y continuidad.