Aunque entre las cúpulas de algunas Policías Locales de la comarca se ha instalado la hipótesis de que los incidentes pueden estar conectados por coincidir algunos de los participantes e incluso de que puede existir una cierta organización, tal y como diversos agentes ya apuntaban a Levante-EMV a raíz de los incidentes en Aldaia, en la Delegación del Gobierno optaron ayer por la prudencia. La institución, consultada por este diario, indicó que está a la espera de recibir todos los informes completos de los incidentes en los tres municipios, elaborados por los distintos cuerpos de seguridad que han actuado: las Policías Locales, las Comisarías de Policía Nacional y la Guardia Civil. Una vez tengan estos documentos y se analicen los datos de forma conjunta, se determinará si cabe aplicar medidas especiales a las que ya se están llevando a cabo en los operativos especiales de las fiestas, previamente diseñados en Juntas Locales de Seguridad.

En Picanya, ante las primeras quejas del vecindario cercano a las casetas, acudió la Policía Local, cuyos agentes tuvieron que pedir refuerzos y llegaron a actuar tres unidades de la Policía Local de Torrent, una dotación de la Guardia Civil de Paiporta, otra de la Guardia Civil de El Perelló y dos patrullas de la Policía Nacional de Torrent. En el caso de Aldaia, además de la Policía Local, acudió una patrulla de la Comisaría de la Policía Nacional de Xirivella. Y en Albal, tuvieron que intervenir hasta doce patrullas de la Policía Local de la población y otros puntos de la comarca, así como de la Guardia Civil de Alfafar.