El pleno del Ayuntamiento de Manises ha acordado, por unanimidad, galardonar a Arturo Mora Benavent con el «Premio 9 de Octubre Ciudad de Manises 2019» por su carrera profesional como ceramista. El alcalde, Jesús Borràs i Sanchis, será el encargado de entregar el reconocimiento más importante que otorgará el consistorio el día 3 de octubre, a las 19,30 horas, en el Auditorio Germanías.

Borràs se ha mostrado "orgulloso" de adjudicar este premio, aprovechando la festividad del 9 de Octubre, a un manisero que ha dedicado toda su vida a mantener vivo el bien patrimonial y cultural más preciado de la ciudad. «Su continuado esfuerzo, su humildad personal y profesional y el altísimo nivel de su producción cerámica hacen de Arturo Mora Benavent un innegable merecedor de este galardón», ha asegurado el alcalde.

Arturo Mora, ha llevado a cabo la recuperación integral de la producción de la cerámica tradicional de la obra dorada, en todos sus aspectos técnicos estéticos y formales, lo cual ha quedado registrado en el documental "La cocción de la cerámica tradicional del reflejo metálico de Manises". En 1958, su abuelo, Salvador Mora Zorrilla, y su padre, Salvador Mora Escobar, fundaron la fábrica de cerámica decorativa, en la cual Arturo Mora continúa trabajando, actualmente, con un enfoque más artesanal basado en la puesta al día de una tradición secular.

El reflejo metálico

La técnica del reflejo metálico aplicada a la cerámica surge y se desarrolla en el Irak abasí durante el siglo IX, y de allí pasa posteriormente al Al-Ándalus, donde en el siglo XIII se tiene constancia segura de su producción en las ciudades de Málaga y Murcia. A principios del S. XIV el IV Señor de Manises, Pere Boïl, se preocupó porqué las alfarerías de su señorío trabajaran con esta nueva técnica, posiblemente mediante la incorporación de artesanos ceramistas venidos del reino nazarí de Granada. Esta cerámica consiguió su máximo apogeo durante el S. XV coincidiendo con el auge cultural y económico de la ciudad de Valencia. Sin embargo un mercado decreciente provocó casi la desaparición de la técnica del reflejo metálico en el siglo XIX.

Aún así, a finales del siglo se produjo su renacimiento, asociado al movimiento historicista, que se materializó en la recuperación de la cerámica hispano-árabe y a las diversas secuelas que han colaborado en mantener con vida en Manises esta especialidad hasta sobrepasar el siglo XXI en el taller de Arturo Mora.