Las Fiestas de Albal se despiden un año más, tras celebrarse una de las ediciones más complicadas, inevitablemente marcadas por la reyerta con más de 100 implicados y de la que el consistorio logró sobreponerse con la aplicación de medidas contundentes como la suspensión de las discomóviles o el cierre de 5 barracones por incumplir la ordenanza.

La devoción y el fuego fueron protagonistas en los últimos actos. El domingo finalizaron las fiestas con las actividades que comenzaron a las 14,30 horas con la mascletà a cargo de Ricardo Caballer que tuvo lugar en la plaza de Fontilles. A las 20 horas, continuaron los actos con una misa cantada por la Coral Polifónica en la Iglesia Virgen de los Ángeles y después se llevó a cabo la tradicional procesión de Santa Anna.

El castillo de fuegos artificiales, también a cargo de la pirotecnia Ricardo Caballer, dio por finalizadas las Fiestas Patronales en Honor a Santa Anna.

Previamente, la ciudadanía también pudo realizar la tradicional Ofrenda de flores a la Patrona Santa Anna con la participación de los colectivos locales que desfilaron por las calles hasta llegar a la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles donde depositaron los ramos.

También Albal celebró la tradicional Cabalgata dedicada al Deporte. Por las calles del municipio desfilaron hasta 15 unidades de camiones y carruajes para llenar las calles de alegría y de fiesta.

Punto y final a unas fiestas que, todo apunta a que serán reformuladas para años venideros, poniendo especial foco en los barracones, objeto de quejas vecinales.