Los contenedores rojos se han sumado, a los ya tradicionales, como unos más en las calles de Mislata. En total, 18 de estos contenedores para ropa usada se pueden encontrar en los puntos del casco urbano con mayor tránsito de peatones. Gracias a este servicio, que coordinan la empresa pública Nemasa y Koopera, una cooperativa de inserción social impulsada por Cáritas, todo aquel que lo desee puede depositar en ellos aquellas prendas de vestir y calzado que ya no usan, y así poder darles una segunda vida. Y es que, una vez clasificada toda la ropa, se reutiliza, se recicla o se vende para fines sociales en los puntos de venta que tiene Koopera por toda la geografía española.

Finalizado el primer semestre del año, Koopera, Arropa Valencia en la Comunidad Valencia, ha facilitado al Ayuntamiento de Mislata los datos oficiales de los kilos de ropa usada recogidos en el municipio durante los últimos 6 meses. En total se han recogido más de 43 toneladas de ropa usada, un 5% más con respecto al ejercicio que tendrán una nueva utilidad.

De los 18 contenedores rojos de Cáritas que hay repartidos por Mislata, el más utilizado por la ciudadanía es el de la avenida del Sur, que recogió 3804 kilos de ropa y calzado, seguidos por calle Regacho con 3 toneladas y los dos situados en la avenida Gregorio Gea, que suman entre ambos casi 6 toneladas de ropa recolectada. En cuanto a las épocas de mayor recogida, cabe destacar que el primer mes del año y el final de la primavera suponen las épocas en las que los vecinos depositan más ropa usada en los contenedores, coincidiendo con el cambio estacional.

Desde la concejalía de Medio Ambiente, María Luisa Martínez Mora ha querido felicitar a todos los mislateros y mislateras por la gran acogida y el buen uso que se hace de estos contenedores rojos. "Ya no solamente contribuimos entre todos y todas a cuidar el medio ambiente, sino que depositando esa ropa que ya no se usa, apoyamos esta gran labor social que desempeña Arropa Valencia, y en ello Mislata está implicada y concienciada".

Como apunta Martínez Mora, no solo se busca reutilizar la ropa, sino que esta iniciativa tiene una doble finalidad. Además del ya evidente objetivo ecológico que se consigue a través del reciclaje y la reutilización, los contenedores tienen una finalidad social insertando en el mercado laboral a personas en riesgo de exclusión social. Concretamente de junio del 2018 hasta el pasado julio del presente año, gracias a este proyecto, en Valencia se han incorporado 14 personas al mercado laboral ordinario.