Una vida llena de aventuras es la que caracteriza a la del deportista godellense Miguel Ángel Sánchez Sada. Trabajador en el area manager en una empresa farmacéutica, dedica su tiempo de ocio al deporte de riesgo y el lunes empezará su nuevo reto, en el que se propone conquistar el Kilimanjararo, el punto más alto de África con una altitud de 5.900 metros.

La alcaldesa de Godella, Eva Sanchis, el regidor de Deportes, Fernando Oliveros, y la regidora de Juventud, Tatiana Prades, recibieron a Miguel Ángel en el Ayuntamiento antes de que emprendiera su viaje para entregarle el escudo del pueblo y desearle «mucha suerte» en esta nueva aventura, que se prevé que dure una semana hasta que, sobre el 18 o 19 de agosto, corone la cima de este «gigante de Tanzania».

El de Godella estrá acompañado por otros tres jóvenes de la localidad valenciana de Bétera. Sánchez ha explicado a su ayuntamiento que, de las cinco posibles rutas que hay hasta llegar a la cima, tomarán una de las más largas, «para subir despacio y tener la oportunidad de aclimatarnos a las extremas condiciones de la montaña, por la altitud y la temperatura, que varía en función de la altura, descendiendo desde los 20 ºC a 1000 metros hasta los -15/-20ºC en la cumbre». El recorrido está catalogado como grado C/D, dentro de la escala de Nivel de Dificultad, siendo A el más fácil y D el más complicado.

Otras pruebas extremas

El valenciano ya ha superado otros desafíos: ha buceado con el tiburón blanco, ha hecho surf rodeado de focas, ha subido el Aneto (3.400 metros) y también un volcán en la Patagonia (2.800 metros). Ahora espera saborear la cima del África Oriental, su reto más ambicioso hasta la fecha.

El aventurero no solo espera alcanzar este pico, sino que ya tiene en mente su siguiente escapada: el Aconcagua (6.700 metros), en Argentina.