Las obras de remodelación de los Silos de Burjassot -las programadas tras el derrumbe de un tramo de su muro noreste en la madrugada del 18 de septiembre de 2018- siguen su pausado pero ininterrumpido curso, y la conclusión de las mismas, como quien dice, se encuentra a la vuelta de la esquina.
Después de revestir el mes pasado con mortero de cal y arena la parte de muralla repuesta en marzo, la empresa encargada de renovar el aspecto del monumento -EMR Restauración y Conservación- ha recolocado el trozo de bancada que remata la pared y la parte de enlosado de la explanada -el 'pati de Sant Roc'- que el desplome se llevó consigo. Así lo pudo ver este sábado pasado el personal que acompañó al Patrón del Pueblo en su regreso a la ermita, su séptimo traslado.
La gente no tardará en poder volver a sentarse en la zona perimetral del patio, y las centenarias losas, así como las piezas del canal de desagüe, se hallan en su lugar exacto. En cuanto al sistema de evacuación de aguas pluviales, los vecinos ya han tenido ocasión de comprobar su correcto funcionamiento durante las lluvias -pocas- de este verano. Tanto las gárgolas de desagüe restauradas como el resto impiden que se formen charcos en la explanada.
García: «Ya vemos el final»
Todavía queda trabajo, pero los avances en la restauración son sobresalientes. Como dijo el alcalde de Burjassot, Rafa García, cuando el personal de la obra terminó de levantar el muro, se trata de «un trabajo arduo, pero ya vemos el final de esta reconstrucción que nos permitirá volver a disfrutar de nuestro monumento».
Al pie de la muralla espera la zanja sobre la cual se construirá, como elemento nuevo del conjunto arquitectónico, el talud -un prisma triangular dividido en cuatro partes y reforzado con micropilotes- que asegurará la estabilidad del muro noreste en sus 75 metros de longitud por cinco de altura.
Este contrafuerte viene a remedar el rebaje de terreno, obrado en los años 30 del siglo pasado en el actual paseo Concepción Arenal, que dejó desprotegida la muralla y constituyó la principal causa de su desmoronamiento hace aproximadamente un año.
El antiguo granero del Regne
El conjunto monumental de los Silos data del año 1573, cuando se construyeron los primeros graneros, con el objetivo de crear un gran almacén del trigo y cereal que debía suministrar a la ciudad de València. Fue el Consell de la Ciutat el órgano que ordenó su construcción. El complejo fue declarado monumento nacional en 1982 y también tiene rango de Bien de Interés Cultural.
