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El peligro de la cocina de gas o de una fotocopiadora

Soterranya insiste en el uso del transporte sostenible para que el tráfico deje de aumentar la contaminación

Soterranya ha impulsado las «bicinits» en la comarca. l-emv

Los que día a día están al tanto de los niveles de contaminación y sus negativas consecuencias siguen alertando del peligro que el cambio climático y la polución causada por el tráfico causa a la población.

Ángel Morales es el presidente de la coordinadora en defensa de los bosques del Turia. Explica que la contaminación «es muy variable» porque «depende de la intensidad del sol y de la humedad ambiental que limpia el ambiente». También del viento, «que trae las partículas en suspensión tan peligrosas como las PM10 y sobretodo las PM2,5». En este sentido, Morales apunta que «cuanto más bajos son los niveles máximos que establece la OMS, más perjudiciales son los elementos».

El dirigente ecologista indica que no advierte del peligro de las partículas en sus suspensión. «No hay que despistarse del ozono, ni tampoco de los dióxidos de azufre y de nitrógeno», afirma. Por ejemplo, Morales vaticina que si en la comarca hubiera calefacción mediante carbón, que contamina más que el diesel o la gasolina, los valores del dióxido de azufre y las partículas crecerían.

Para Ángel Morales, el tráfico sigue siendo el principal causante de la contaminación. «Es un punto muy importante, y eso que aquí con la brisa del Mediterráneo se renueva el aire. También la industria del área metropolitana, que consume gran cantidad de combustibles fósiles», sostiene. Y pone un ejemple: «Quart de Poblet está rodeado de autovías con un gran nivel de tráfico».

Pero hasta la actividad más cuotidiana puede generar contaminación. «Cuando alguien cocina en su casa con gas, se está generando contaminación. Una cocina mal ventilada puede generar una mayor concentración de contaminantes, que si una persona sale a la calle», advierte. Por ello aconseja siempre tener el extractor encendido mientras se preparan alimentos con butano. En este sentido, también cualquier descarga de luz como una fotocopiadora causa ozono. «Hicimos una prueba con detectores en una habitación y los niveles eran considerables», revela Morales.

Por su parte, Toni Velarde, del Col·lectiu Soterranya, recuerda que «nos encontramos ante una situación de emergencia climática y estamos frente a unos cambios inciertos ante los que no sabemos qué puede pasar». Respecto a los niveles alcanzados en la comarca durante los seis primeros meses del año, el dirigente de la entidad torrentina advierte que «las mediciones son altas, tanto en ozono como en partículas».

Velarde alerta de que la ciudadanía «no es consciente del peligro que supone el tráfico, pero los datos indican que 2.000 personas mueren al año en España por la contaminación, y durante los picos de polución también aumenta la atención en urgencias por asma o insuficiencia respiratoria, sobre todo en la población infantil y mayor».

Desde Soterranya defienden que «no estamos en contra del coche, pero no tiene sentido que en ciudades con transporte público sea tan dependiente el uso del vehículo particular». Por ello, Velarde insta «no solo replatearnos el modelo de movilidad, con una apuesta clara por la sostenible, sino ya nuestro modelo de vida. Hay que asumir cambios sí o sí, tanto de los gobiernos como de los ciudadanos».

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