Óscar Marcos espera con ansia el primer acto, la romería al Cabeçol. Este rito de paso para los niños de Puçol bautizados en 2018 es a la vez el primer acto de las fiestas y el primer acto de los festeros. No han sido aun presentados oficialmente en sociedad, pero oficiosamente ya están figurando en un evento de vital importancia.

Pero el trabajo no empieza ahí. Como se suele decir, el final de las fiestas es el principio de las siguientes, y los festeros del 2019 ya estaban preparando todo para hacer que las fiestas de este año sean memorables. La preparación de rifas, participaciones y cartones, eventos como la fiesta remember, o la cena de los festeros, además de los preparativos de todos los actos de las fiestas.

Aun así, nos podemos remontar aun mucho más atrás. Muchos de los chicos, una vez tomada la comunión, se apuntaron a la Confraria de la Mare de Déu al Peu de la Creu con la intención de algún día llegar a este punto. Algunos, en cambio, fueron más rezagados.

Fue el caso de Erica Alcamí, que fue elegida por Óscar hace dos años como su compañera. Aun así, este hecho no impidió que fuera la Cap dels Festers, aquellos que tienen la responsabilidad el día de la presentación de hablar por todos y el año que viene, de pasar la batuta a los festeros de 2020.

Y es que, a diferencia de los chicos que llevan siendo colla desde hace muchos años, para las festeras esto no había sido así. Es con toda la organización, trabajo y discusiones con lo que han acabado haciendo piña.

También cabe destacar que la ayuda de los festeros de otros años ha sido inestimable, y también la de los futuros. Y es que, pese al enorme trabajo que supone organizar y protagonizar las fiestas, ser festero deja tanta huella que engancha y nunca se puede dejar del todo. Desde como organizarse la faena, donde colocar las banderas para que no choquen con el anda de la Mare de Déu, además de temas que permisos y burocracia con el Ayuntamiento, a los 20 chicos y chicas de este año nunca les falta ayuda.

Esa sensación de hermandad con los festeros de otros años se lleva al culmen con la cena-reunión con los festeros de otros años y que sirve como acto de presentación en petit comité para con los viejos cofrades.

Pero los festeros este año no se han quedado solo con lo que ya se había hecho los años anteriores, que ya es de por sí muchísima carga de trabajo. Este año además, homenajearán a la popular fiesta de polvos de colores Holi que se celebra en la India en primavera. En Puçol se hará una particular versión, en las que empalmarán una charanga, los polvos de colores que teñirán a todos los participantes y una discomóvil que se alargará hasta las 2 de la madrugada.

Muchas cosas se celebran en Puçol, muchas formas de entender la fiesta, desde la devoción hasta el jolgorio, desde lo solemne a lo banal y desde lo competitivo a lo colaborativo.

Erica mira con ansia el momento de la presentación del martes 27. «Yo ya me había vestido de fallera, pero tengo ganas vestir de largo y de blanco, tengo ganas de recibir la banda de la festera del año pasado y de hablar en frente de todo el pueblo».

Para Óscar, lo más emotivo será el final. «Es imposible que no se te pasen cosas por la cabeza, y que te imagines como será la última procesión del día 9. Es un día muy emotivo, también un poco agridulce, pero vale la pena por unas fiestas que esperamos que sean inolvidables».