Cerca de mil personas participarán este domingo en la tradicional romería al monte Cabeçol donde fue encontrado en el siglo XVI el cuadro con el relieve de la Mare de Déu al Peu de la Creu, patrona de Puçol, que el próximo año celebrará el 50 aniversario de su coronación canónica.

La romería, con la que comienzan las fiestas patronales, partirá a las 7 horas desde la parroquia de los Santos Juanes después de un volteo general de campanas y tras la bendición de centenares de pulseras de tela que se repartirán entre los participantes, han confirmado desde la Cofradía Mare de Déu al Peu de la Creu que organiza las fiestas en colaboración con la parroquia.

Una vez en el monte del Cabeçol, situado a unos 3 kilómetros, tendrá lugar la imposición de las "pañoletas" con la imagen de la patrona a los niños bautizados en el último año en las dos parroquias de Puçol.

También en el monte Cabeçol se celebrará una misa de campaña en la que participarán los dos párrocos de Puçol, Ismael Ortiz y Vicente Gozálvez, y Alejandro Navarro, párroco de Sueca vinculado a las fiestas de Puçol, así como sacerdotes del arciprestazgo.

Igualmente, el miércoles 28 de agosto será la subida de la imagen de la Mare de Déu al Peu de la Creu, con acompañamiento de tabal y dolçaina, desde los Santos Juanes hasta la parroquia de Santa Marta, y al día siguiente, su retorno a los Santos Juanes. Además, el domingo 1 de septiembre se realizará por la tarde la tradicional ofrenda flores a la patrona y finalmente, el 8 de septiembre, será el día principal de las celebraciones con volteo, despertà, descoberta de la imagen, misa solemne y procesión.

La imagen se salvó de un incendio

Según consta documentalmente, el ermitaño Pere Muñoz, natural de Puçol y actualmente en proceso de beatificación, encontró el 6 de septiembre de 1570 un relieve en yeso con la imagen de la Mare de Déu al Peu de la Creu enmarcado en un cuadro en el monte del Cabeçol y se lo llevó a su casa, que todavía se conserva en la actualidad en la calle San Juan, de Puçol.

Tras sufrir la vivienda un incendio, del que aún queda huella en el reverso del cuadro, y ante el riesgo de que la imagen sufriera daños, el entonces arzobispo de Valencia, San Juan de Ribera, le pidió al ermitaño que la depositara en la primitiva iglesia de Puçol, desde donde fue trasladada en 1607 a la actual parroquia de los Santos Juanes.