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Tradiciones

"No imaginamos unas fiestas sin la Cordà"

Los preparativos de seguridad ya están a punto y los vecinos esperan "ansiosos" la noche del domingo en el carrer Major

"No imaginamos unas fiestas sin la Cordà"

El día más esperado de las fiestas de Paterna llega en la madrugada del domingo al lunes de la mano de la Cordà. Como manda la tradición, el espectáculo de fuego se celebra en el Carrer Major. La seguridad es prioritaria en este evento y ya están a punto todas las estructuras para que el recorrido de los cohetes no afecten a la tranquilidad del vecindario y la protección de las fachadas.

Un ambiente festivo y relajado se podía respirar en la mañana de ayer en Paterna. Todos los vecinos estaban emocionados por la llegada del día grande de pólvora. «Esta fiesta está muy arraigada, somos el pueblo del fuego y la pólvora y los que vivimos por aquí cerca presumimos de ser de la calle de la Cordà», explica el vecino Juan Rafael Casaní.

«Si no hay cordà parece que no hayan fiestas», afirma Félix Quesada, un vecino «de toda la vida». Desde su punto de vista, este evento se supera cada año y todos los veranos desea volver de su pueblo en Cuenca para celebrar «por todo lo alto» las fiestas de su municipio. «Creo que es una tradición sana y que cada año cuenta con más novedades y seguridad».

«Los paterneros y paterneras contamos los días que quedan para que se vuelva a repetir el pasacalle de cohetes de lujo y la posterior cordà», cuenta Marisa Mortes, una vecina de avanzada edad del carrer Major. «Siempre me ha gustado la Cordà, antes las mujeres no podíamos participar y yo ayudaba a vestir a los hombres con unos monos de un centímetro y medio de gordura para que no se quemasen; siempre he querido estar involucrada en este espectáculo del que estamos tan orgullosos», añade Mortes.

Carlos Javier López, otro residente de la zona, explica que él hace unos años participaba, pero que por motivos de salud no puede entrar más al recinto ni hacer el recorrido. «Antes no se utilizaban tapones y el casco retumbaba, me quedaría sordo. Ahora disfruto del show desde el balcón».

En general, todos los paterneros y paterneras hablan bien de sus fiestas, es difícil encontrar a alguna opinión que esté en contra de la realización de este acontecimiento, «si eres de Paterna, es casi imposible que no te guste la cordà». No obstante, algunos vecinos están cansados de que todos los años tengan que paralizar la calle y ensuciar los edificios. Otros, se quejan de la dificultad para circular y aparcar, «es difícil moverse con el coche, sobre todo cuando se acerca la Cordà, pero no estoy en contra de que se celebre, es algo del pueblo que solo dura unos días», comenta Laura García.

La dueña de una óptica de la calle, Mari Carmen, declara que esta semana entra menos gente en el negocio, «pero es un mal menos, en un pueblo las fiestas son necesarias y es una tradición que no se puede romper».

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