«Espectáculo deplorable», «una cabalgata de borrachos», «algunos enseñando sus partes íntimas en un evento para niños», «muy mal ejemplo para los niños, el ayuntamiento debería controlarlo», son algunos de los comentarios que han realizado a través de las redes sociales los vecinos y vecinas de Alaquàs que presenciaron la Cabalgata el pasado domingo por la tarde y que han hecho llegar al ayuntamiento. Precisamente el alcalde de Alaquàs, Toni Saura, se reunió ayer con lo Clavarios de Sant Miquel 2019, objetivo de las críticas al aparecer vestidos en calzoncillos, con un tutú encima que algunos se quitaron durante la cabalgata, y bebiendo alcohol encima de un camión, para aleccionarles por su mal comportamiento en un acto presenciado por menores.

«Tras recibir las quejas les convocamos a una reunión ayer por la mañana para reprocharles su mal comportamiento y exigirles que esto no puede volver a suceder. Ellos han admitido que su conducta no fue la adecuada». En este sentido, los clavarios emitieron un comunicado en redes sociales pidiendo disculpas públicas por su comportamiento y se comprometen «a llevar de manera ejemplar los próximos actos».

«Se tomarán medidas»

No es la primera vez que los vecinos y vecinas se quejan de formato actual de cabalgata, donde hay veces que solo aparecen camiones con gente bebiendo y sin apenas ofrecer regalos a los asistentes ni contribuir al acto festivo. Es por eso que el alcalde, «una vez transcurridas las fiestas y no pensando en caliente, nos sentaremos y valoraremos cómo cambiar este evento. No sé que medidas tomaremos aún pero seguro que tomaremos alguna», señala Saura, quien no descarta prohibir el consumo de alcohol en la cabalgata como han hecho poblaciones como Puçol. «Meditaremos después de fiestas todas las opciones», añade.