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Patrimonio

Año I del derrumbe del muro de los Silos

La caída de treinta metros de pared del monumento cumple su primer aniversario con su reconstrucción casi finalizada

El muro ya reconstruido, y a falta de las últimas actuaciones para finalizar la obra. v. ruiz sancho

La lluviosa madrugada del martes 18 de septiembre de 2018 en Burjassot pasará a la historia, entre otros incidentes, por el derrumbamiento de un tramo importante del muro noreste del monumento nacional de los Silos. Durante una tromba de agua, unos 30 metros de longitud de esta pared que alcanza unos cinco de altura se vinieron abajo y llenaron de toneladas de piedra y barro buena parte del paseo Concepción Arenal. El desplome también arrastró consigo parte del enlosado de la explanada del monumento y del sistema de desagüe.

Pocos días antes del desastre, la asociación Amics i Amigues de les Sitges se reunió en el Ayuntamiento de València, con el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, con el fin de darle a conocer los objetivos de la entidad cultural y recabar el apoyo del «Cap i Casal» -propietario de los Silos- para recuperar y poner en valor el conjunto arquitectónico. La entrevista contó con la presencia del entonces concejal de Turismo de Burjassot, Roc Senent Amics de les Sitges expuso sus reivindicaciones -aprobadas por unanimidad en el pleno municipal de Burjassot de mayo de 2018- que se concretaban en acometer cuanto antes «las obras de consolidación de los Silos más urgentes»-, en elaborar un plan director que contemple «la rehabilitación integral del conjunto» y en modificar «el acuerdo de cesión» de los Silos a Burjassot. Este pasaría a tener una duración de 75 años, lo que permitiría a su ayuntamiento optar a una serie de subvenciones, «imprescindibles para llevar a cabo unas reformas que se prevén largas y complejas, dada la magnitud del conjunto, con una superficie de 5.220 metros cuadrados, y el deficiente estado de conservación actual».

La modificación del convenio

Por su parte, en cuanto al acuerdo de cesión para uso y mantenimiento de los Silos firmado en 1975, el alcalde Ribó manifestó que el Ayuntamiento de València «no tiene inconveniente en modificarlo», subrayaron desde Amics de les Sitges. Sin embargo, a fecha de hoy, el Cap i Casal no ha movido ficha en este asunto.

Quién iba a imaginar que, a los cuatro días de esta reunión, parte del monumento se desplomaría. Así sucedió. Desde Amics de les Sitges lamentaron que «era una catástrofe anunciada. Solo hacía falta que lloviera fuerte para que nuestros avisos se hicieran realidad. Está claro que en este momento todos tendrán que correr [en referencia a las administraciones públicas] y ya veremos qué excusas ponen para no haber actuado antes».

Al día siguiente por la tarde la entidad convocó una concentración junto a los Silos y, a través de un manifiesto, declaró que el derrumbe «no se produjo como consecuencia de una tromba de agua, sino por años de dejadez». Gran parte de las personas concentradas responsabilizaron del estado del monumento a las cuatro administraciones: los ayuntamientos de València y Burjassot -como propietario y usufructuario del inmueble, respectivamente- el Ministerio de Cultura, que lo declaró en 1982 monumento histórico-artístico, y la Generalitat, que, «con el máximo grado de protección», lo distinguió como Bien de Interés Cultural.

Anteriormente, por la mañana, el alcalde de Burjassot, Rafa García, convocó una reunión a la que asistieron distintos miembros de su equipo de gobierno junto con técnicos municipales y de la Dirección General de Patrimonio para atender a los medios de comunicación. El alcalde manifestó que corresponde a Burjassot, que tiene la cesión de los Silos para su uso y mantenimiento desde 1975, y al Ayuntamiento de València, propietario del conjunto arquitectónico, «consensuar las pautas para llevar a cabo una actuación inmediata» que además contará con la «colaboración de la Generalitat y de la Diputació de València». De hecho, Rafa García se refirió a la «disponibilidad» tanto del alcalde de València, Joan Ribó, como del presidente del Consell, Ximo Puig, para acometer «una actuación urgente que detenga el deterioro y la ruina» del monumento. «No queremos hacer un parche», dijo.

Actuación de urgencia

En ese momento la Dirección General de Patrimonio ya había anunciado una «declaración de urgencia» que en una primera fase contemplaba «desescombrar la zona afectada, rehabilitar el muro y, ante las previsiones de lluvia, adoptar las medidas necesarias para que el agua no profundice en el deterioro de los Silos». Horas después, hacia el mediodía, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, visitó los Silos y reafirmó su compromiso para consolidar la rehabilitación y puesta en valor del monumento. Antes del derrumbe, la Universitat Politècnica de València ya realizó un informe alertando del «grave riesgo» que corría «la estabilidad, la seguridad y la integridad» del edificio. En este punto, Ribó reconoció que «conocía las patologías del monumento», pero hasta el punto de que pudiera derrumbarse uno de sus muros «no tenía constancia». «Es algo que a todos nos ha cogido de improviso», añadió.

La reconstrucción del muro noreste y la parte de enlosado no tardó en arrancar. Tras el desemcombro del paseo Concepción Arenal y el estudio geotécnico y topográfico del sitio, el lunes 15 de octubre de 2018 la empresa EMR Restauración y Conservación, que contrató el Ayuntamiento de València por 228.000 euros, inició la rehabilitación de la pared colapsada utilizando los mismos materiales y técnicas originales de la obra.

Cota superior y revestimiento

La reposición piedra a piedra del tramo de muro caído alcanzó su cota superior, el patio de Sant Roc, a principios de marzo, e inmediatamente después los obreros acometieron la restauración de las losas y otros elementos arquitectónicos del conjunto. A principios de julio concluyó el revestimiento de la muralla y en la primera quincena de agosto, coincidiendo con las fiestas de Sant Roc, los Silos recuperaba definitivamente el enlosado de la explanada y el resto de piezas que se desplomaron hace ahora justo un año.

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