La Generalitat estudia la posibilidad de desviar acequias para evitar nuevos cierres de playas, como los de este verano en València y la comarca de l'Horta, por la presencia de aguas fecales en el mar. Esta medida se completaría con campañas de sensibilización para que los agricultores no viertan estiércol. Para evitar que se repita, la Generalitat apuesta por implantar en el futuro iniciativas de ámbito supramunicipal que permitan "soluciones a medio plazo, no urgentes o inmediatas". Valora así la opción de desviar alguna acequia a otras zonas húmedas, como las de la marjal de Massamagrell, la de El Puig o la de Puçol, con el objetivo de evitar vertidos residuales a acequias que van al mar.

Así lo ha avanzado la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, en el pleno de Les Corts, en respuesta a la petición de Ciudadanos (Cs) de una auditoría sobre el "cierre masivo" de playas durante este verano.

Otras medidas que estudia la conselleria son la posibilidad de establecer líneas de ayudas específicas, para que los ayuntamientos acometan las obras necesarias, o llevar a cabo campañas de sensibilización dirigidas a agricultores ante la "presencia identificada de estiércol" en el mar.

Al mismo tiempo, la conselleria quiere instar a las administraciones implicadas -tanto a los ayuntamientos como a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica- a que instalen aforadores que midan los caudales de las acequias.

Todas las acciones irían de la mano del tercer plan de saneamiento de agua de la Comunitat, que incluirá un listado de las actuaciones, y con la actualización de los registros de los sistemas de alivio de aguas residuales. La responsable de Desarrollo Rural ha apuntado que los actuales "son los de la Epsar (Entidad Pública de Saneamiento de Aguas), pero no los municipales".

La cloración evitó nuevos episodios

A modo de balance, tras destacar los medios "adecuados", Mollà ha recordado que todos los ayuntamientos implicados que formaron parte de la comisión permanente "apoyaron por unanimidad" el informe técnico sobre el cierre satisfactorio del periodo de cloración en las playas afectadas. De hecho, ha asegurado que esta medida evitó nuevos episodios.

Ahora bien, ha puesto el foco en "tener en cuenta de dónde vienen las aguas fecales que van al mar", pues esa no es competencia autonómica. Una vez llegan al agua de baño, la Generalitat es "responsable de analizar si hay una calidad apta para la salud de los bañistas". "Cuando se han superado esos límites, hemos ordenado el cierre de playas", ha precisado.

Más allá de estos episodios, ha llamado a "hacer una comunión" entre todas las partes implicadas, ante la cantidad de viviendas diseminadas de la zona y la responsabilidad tanto del sector industrial como del agrario. La nueva consellera ha reconocido que será "complejo" pero ha confiado en llegar a una solución a medio plazo.

Por parte de la oposición, el diputado de Cs Eduardo del Pozo ha cargado contra la aparición de peces muertos y "pastillas de cloro sin control", la "enorme alarma social más propia de una película" y "ocurrencias como la instalación de cloradoras temporales que parecían laboratorios clandestinos". "Han puesto en peligro la salud pública, la imagen de las playas, el medio ambiente y la buena marcha de nuestro sector turístico", ha denunciado.

También ha aludido a las críticas de "socios de gobierno" de Compromís como la concejala de Ciclo Integral del Agua de València, Elisa Valía (PSPV), que "hace unos días criticó la gestión por la falta de tratamiento y de inversión en la depuradora de Pinedo".

En su réplica, la consellera ha hecho hincapié en que los cierres de playas son necesarios para analizar la aparición de las aguas fecales. "Si no, para no dañar nada, se pueden hacer los análisis y guardar en un cajón como pasaba en otros momentos", ha manifestado en alusión a anteriores gobiernos autonómicos, y ha lamentado que un diputado "crea en las 'fake news'".