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Patrimonio

El muro noreste de los Silos recupera las bajantes que tuvo hace un siglo

Toneladas de hormigón empiezan a perfilar el contrafuerte que se construye en la muralla

Bajantes antes de verter el hormigón del contrafuerte. v. ruiz sancho

Que nadie se sorprenda mientras contemple estos días las bajantes que, para completar el sistema de evacuación de aguas pluviales de los Silos de Burjassot, se están adosando a su reconstruido muro noreste. Antaño - «al menos hace un siglo»- ya las tuvo. Conectadas a la boca inferior de las gárgolas de desagüe, discurrían hasta una plataforma de piedra al pie de la muralla. Aquellas bajantes «eran de cerámica, en alguna foto tomada en los años 20 del siglo pasado se pueden ver», explicaron a Levante-EMV desde la asociación Amics i Amigues de les Sitges. A través de las mismas se evacuaba el agua cuando la lluvia no era intensa. Cuando llovía fuerte el agua también salía a grandes chorros por la otra boca de las gárgolas: la central.

Estos canales cilíndricos -ahora de «plástico» aunque se revestirán con otro material para no desentonar con el original mortero de cal y arena del muro-, a pesar de no constituir una novedad en la historia de las remodelaciones del monumento, no tardarán en lucir como «nuevos» elementos del paisaje urbano del paseo Concepción Arenal. Actualmente nadie podría recordar haber visto físicamente aquellas bajantes que una de las paredes del 'pati de Sant Roc' recupera para mejorar su sistema de desagüe.

Tubería en la base

Como avanzó este diario la semana pasada, a lo largo de lo que será la base del contrafuerte de la muralla ya se puede contemplar una tubería, cuyos tramos están ensamblados entre arquetas, donde llegará el agua procedente de la explanada del monumento a través de sus gárgolas. En su boca inferior se colocarán los canalones que, tras atravesar el interior de la cuña de contención, darán a la tubería. Estos días ya puede verse una parte de las bajantes conectadas a las tuberías y apuntando a la boca inferior de las gárgolas.

Por su parte los trabajos en la construcción del contrafuerte, ese nuevo elemento arquitectónico que alcanzará unos dos metros de altura de los cinco que tiene el muro para asegurar su estabilidad a lo largo de sus 75 metros de longitud, avanzan notablemente. Los vecinos empiezan a ver sobre lo que fue -hasta hace un año- una de las aceras del paseo Concepción Arenal cómo toneladas de hormigón van cambiando el aspecto del monumento en su muro noreste.

Mesa de seguimiento

Según se desprende de la reunión de trabajo de la Mesa de Seguimiento de Rehabilitación de los Silos que mantuvieron el pasado mes de noviembre los técnicos de las obras con la asociación Amics i Amigues de les Sitges y representantes municipales, el rebaje del terreno realizado en los años 30 del siglo pasado en lo que posteriormente fue el paseo Concepción Arenal causó que parte de «los cimientos de la muralla» quedasen por encima del nivel del suelo, debilitándola».

Esta acción en una de las lomas del municipio pudo constituir una de las causas principales del desplome de parte de la pared hace ahora un año. La edificación del talud de hormigón vendría a sustituir aquel terreno que hacía de contrafuerte natural. Además, con el actual refuerzo del muro, este recuperará su altura original.

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