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Alfafar derruirá la casa en ruinas anexa a un bar tras años de protesta

El mal estado del piso de San Cayetano ha provocado socavones que pone en peligro la seguridad

La propietaria del piso afectado viene denunciando en el ayuntamiento desde 2015 el peligro de la casa en ruinas. p. o.

Los inquilinos y la propietaria de una casa del número 23 de la calle San Cayetano de Alfafar empiezan a ver la luz al final del túnel al arrancar del consistorio el compromiso de comenzar los trámites para derribar la casa en ruinas anexa. Fue el pasado mes de enero cuando Levante-EMV ya se hizo eco de la denuncia de estos vecinos de Alfafar que literalmente estaban viendo como la pared de su casa se venía abajo por culpa del estado de abandono de la casa colindante, la situada en el número 25, completamente en ruinas. Desde enero hasta ahora la situación se ha agravado. Se han producido desprendimientos en el patio interior de la casa en ruinas que ya estaba apuntalada, y se han agrandado los socavones en la casa contigua, justo encima del bar donde cada día acuden numerosos clientes.

Ante el riesgo que supone para los clientes y viandantes, y después de haber presentado más de 40 registros de entrada en el Ayuntamiento de Alfafar desde diciembre de 2015, en el último pleno estos vecinos de la calle San Cayetano acudieron a para exigir al consistorio una actuación urgente y consiguieron arrancar del alcalde una cita para reunirse para ver la situación. Reunión que se produjo el lunes s pasado, y allí el alcalde, refrendó las palabras de la concejala Encarna Muñoz, en el pleno, donde se aseguró que el ayuntamiento «ya ha aprobado la retención de crédito, ya tenemos el dinero para hacer el derribo, y se ha abierto el expediente contratación con las empresas». Ahora solo falta las ofertas que presenten esas empresas y elegir la más apropiada para acometer el derribo. «Una vez se elija, se realizará la adjudicación de la obra por decreto y se prevé que se acometerá el derribo en unos 20 días», explicó la concejala en el pleno.

«A ver si es verdad que por fin vamos a acabar con esta situación que ya es insostenible y que hay riesgo de que se vaya a venir abajo», explica el dueño del bar. No solo por le riesgo de desprendimientos, aunque la a fachada está protegida por una malla colocada por el consistorio, sino muchos vecinos también se quejaban de la falta de salubridad, con picaduras deinsectos que salían de un inmueble que lleva abandonado hace años, y cuya propiedad no estaba clara, ya que al parecer había sido embargada por impago de sus dueños.

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