El cuartel de la Guardia Civil en el que Albal invirtió 400.000 euros sigue cerrado 10 años después, como el alcalde Ramón Marí recordó el sábado con motivo del acto de la patrona de este cuerpo de seguridad, tal y como ya adelantó Levante-EMV. El mandatario se ha marcado ahora el objetivo de obtener una respuesta clara del Gobierno de España sobre el futuro de la infraestructura o, de lo contrario, pedirá que el edificio vuelva a ser del pueblo, para darle un nuevo uso.
La dotación se construyó en 2009 con la intención de que la población contara con un puesto de Guardia Civil, dependiente del de Alfafar, al que pertenece. Consta de dos plantas con más de 530 metros cuadrados construidos. En su momento quedó totalmente equipado con dependencias de oficinas, vestuarios, calabozos, todo un sistema de cámaras homologado por la dirección general de la Guardia Civil e incluso mobiliario. «Eran todas las condiciones que nos ponían para autorizar el puesto», explica el alcalde, Ramón Marí. Y una vez acabado, fue cedido al Gobierno.
Pero en un momento dado, el proyecto quedó paralizado y nunca llegó a abrirse el cuartel sino que está cerrado con todo el equipamiento interior. Por ello, el mandatario socialista reclama desde hace meses una entrevista con la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, para abordar el asunto.
«Que me den una respuesta»
«Si el modelo del gobierno para la Guardia Civil ha cambiado y ahora en lugar de descentralizar, optan por centralizar, que lo digan claramente y pediremos la reversión del edificio», indica el alcalde, quien considera que, si se descarta finalmente abrirlo como cuartel de la Guardia Civil, puede tener usos socioculturales para la población, por ejemplo.
Ante la situación y la falta de respuesta del Gobierno central, Marí ha decidido también acudir a la Delegación del Gobierno para pedir que medie en el asunto y logre que sea recibido por Ana Botella.
