La Asociación Gitana Europea e Intercultural de Torrent ha creado el Centro Social de Apoyo para la Inclusión y Promoción de la Comunidad (CESI) en el local que tiene en el barrio Xenillet, con el que ha ampliado los servicios que presta al colectivo, a través del área de Gestoría Gitana.
El objetivo de la entidad es velar por los derechos de la comunidad. Por ello, desde 2005 dispone de un centro social. «Todo aquel que necesite ayuda, tanto administrativa como social, puede acudir a nuestro centro y le ayudaremos en todo lo que podamos», explica Manuel Santiago, el vicepresidente.
La asociación lucha contra la brecha digital ayudando en la gestión de trámites, acompaña a las personas usuarias a las instituciones, fomenta la participación ciudadana y la integración socio-cultural, asesora sobre los derechos y deberes que tienen, favorece su acceso laboral y la participación de la mujer gitana en el mundo profesional. «Queremos fomentar la inclusión de este sector de población que es muy numeroso en Torrent», explica el presidente Juan Gil Bustamante.
La entidad ha realizado un estudio de necesidades junto a personal y voluntariado de la Universitat de València para que sus servicios se ajustan a la realidad.Además, elabora campañas de sensibilización para derivar el perjuicio hacia la comunidad y fomentar los valores de dignidad y solidaridad social. También ejecutan programas de ayuda alimentaria.
Otra de las labores que efectúa es ayudar a que, tanto personas adultas como jóvenes, tengan una formación profesional para mejorar su capacidad en los puestos de trabajo, a través de talleres.
«Al local acude gente que no sabe leer y les ayudamos en la gestión de trámites, pero sobre todo nos centramos en que los niños tengan un buen futuro, mejor que el que hemos tenido nosotros, que no ha sido fácil», comenta Santiago.
Para ello, un equipo docente acude los lunes, martes y miércoles por las tardes para dar clases de repaso y de tecnología con ordenadores. «Queremos que la juventud gitana no tenga los mismos problemas que tuvimos en el pasado y sufrimos en el presente», declara Santiago.
